Herencia de espíritu

En Sueño Profético hablaban de las herencias, de los grandes capitales que mueren y en la Tierra quedan.

Cuanto más tengas y guardes, más grande dejarás la herencia.

Dijo un espíritu de Dios:

Debía el hombre pensar en hacer ahorro con las obras de caridad, y cuanto más hiciera, más iría aumentando la herencia en la Gloria Celestial.

Esto lo está dictando uno que este era su pensar:

Igual que se juntan monedas, alhajas y fincas, para el día de mañana, igual yo junto todo lo que pueda hacer con la Palabra de Dios, poniendo delante este pensar: “Esto lo quiere Dios, y yo esto hago, y lo apunto en mi conciencia, y voy herencia agrandando para el día que me muera. No es igual presentar tu espíritu pidiendo Perdón, que llevar una gran herencia de Amor de Dios. Que esta herencia es para todos los que están en la Gloria y luego ya Dios les manda que lleven sus Palabras a los herederos que buscaron esta herencia, que son los que aman y buscan las Palabras de Dios”.

Desperté, oí:

Ponían en la Gloria unas comparaciones que no se han oído en ningún sitio por culto que sea.

Este espíritu vivió este pensar:

“Igual que ahorro y guardo para el día de mañana –que no sé si voy a vivir–, pues igual debo guardar en la hucha del Prójimo”.

Si esto lo copiaran con las letras del Divino Evangelio, esta Herencia serviría de Enseñanza y Ejemplo.

Piensa que, es guardar para llevar al Cielo, lo que Dios al hombre le está pidiendo.

Haz herencia de espíritu, que esta es la que sube a la Gloria con tu espíritu.

Y ya Dios la reparte, buscando Elegidos.

El Prójimo es la hucha que cuando muere tu cuerpo la disfruta tu espíritu.

Estas palabras yo las decía en la Tierra cuando vivía mi cuerpo, y hoy Dios manda que las diga mi espíritu que fue heredero.

        UN ESPÍRITU DE LA GLORIA.

***

Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C4