En
Sueño Profético decían:
El que
lea estos Escritos, ve que son Dictados de Dios. Unas veces Él los habla.
Otras, su Mando en otros espíritus habla. Pero es Mando y Enseñanza del mismo
Dios.
¿Quién
diría estas Palabras, diciendo que son intocables y que no se pueden poner
otras que sean mejor dichas?
¿Y
quién desafiaría, diciendo: “Nadie puede presentar la cantidad de Libros que
Dios a mí me tiene en arrobos dichos y luego dictados cuando el espíritu vuelve
al cuerpo”?
Dijo
uno:
Esto es
tan Grande que tiene Poder para entrarte en la Gloria, o para dejarte sin ella, porque Dios mande apartarte.
El que
a Dios Ama, pone primero a Dios que a hijos y a padres, porque si quieres a los
nombrados, piensa que es Dios el que tiene que cuidarlos para que no pierdan su
Reino.
Desperté,
oí:
No se
ha nombrado la carne que Dios une, porque es una misma carne, y nombrando a uno ya Dios sabe que te debes a tu misma carne.
Ya es
la carne la que manda en ti y tú en tu carne.
Aquí
Dios deja preferencia porque Él une, y no es lo mismo Unir que Permitir.
Si el
hombre creyera en Dios y en su Poder, no podría anular las Leyes de Dios.
Que
las anula para el hombre, pero no para Dios.
Decían
en la Gloria, que los padres y los hijos eran permitidos por Dios, y que la “carne
unida” era querida por Él.
Si
estudias estas Palabras, es sencillo el comprender.
Que la
carne que se une con sus Palabras, no es que lo permita, es que lo quiere Él.
Igual
que cuerpo con cuido en la Tierra, si llega muerte, no es que Dios permita, es
que Dios muerte quiere.
Pero
en queriéndola Él, ya su Reino no lo pierdes.
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C1
A cuántos les hará pensar y repensar este Mensaje!!
ResponderEliminarLos Misterios de Dios son insondables.
El nacer es permitido
Unirse en Matrimonio no