En Sueño Profético decían:
El que quiera hacer servicio a
Dios, que se una a los que siguen al Elegido y todos los días están juntos, y
ya se hace el grupo mayor. Esto retira al que daño aquí quisiera hacer.
Se oían en la Gloria estas
Palabras:
Poder de Dios, que haces que el
conoce este Caso vea que aquí el Mando es de Dios, por no mandar un castigo
grande que la piel del cuerpo quedara señalada con letras diciendo: “La Gloria
no me da entrada, porque mi vida no cumple sus Palabras”.
Termina este Sueño un espíritu
con Mando de Dios:
Las palabras de castigo que se
han dicho son para los que creen que a Dios engañan, llamándose Representantes
de Dios o nombrándose cristianos.
Se oían dos grupos hablando:
unos, preguntaban; y otros, contestaban.
Desperté, oí:
Decían palabras y ponían muchas
comparaciones del Poder de Dios con el Permitir que les tenía a los que a la
Iglesia representaban con las Palabras de Dios.
Decían, que el Amor, cuando es
sentido, no puedes hacer nada que lo ensucie.
Y cuando crees, aunque no ames a
Dios, por miedo cumples sus Leyes.
No tendrán disculpa, el día que
entierren su cuerpo, los que se han nombrado.
Se va a decir para que quede
dictado:
El Ministro de Dios no puede
romper la “carne que Dios une”.
La “carne que Dios une” no puede
unirse a otra carne, porque esto no sería vivir Palabras de Gloria.
La “carne que Dios une” la rompe
la muerte. Pero a otra carne no puede unirse mientras sus espíritus la unión
vivan.
Decían, y se ha repetido muchas
veces, las pocas horas que el cuerpo del Elegido duerme.
Esto es justificante de que la
vida del Elegido es así porque lleva Mando de Poder Eterno.
El que esto no lo vea, tiene la
peor ceguera, que es la del espíritu.
Llegó el sueño con esta oración:
“Señor, que los que más quiero,
vean que tu Poder me lleva a tu Reino”.
“Que los Mensajes lo están
diciendo”.
***
Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C3
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