miércoles, 6 de septiembre de 2023

Que mi Presencia no te falte

Quedé dormida con pensamientos que sufrir me daban.

En Sueño Profético dijo un espíritu de la Gloria con Mando de Dios:

Pon tu primer pensar en el servicio que a Dios le estás haciendo y qué pocos buscan esta Grandeza de Dios. Que aquí deberían estar unidos igual que lo están cuando, una vez al año, sacan la Imagen de Dios, como una fiesta más en el año. Estas visiones al que Dios elige no le van, porque no ve creencia ni Amor y sí ve negocio de fiesta, como otro más de la Tierra.

Este Elegido con el Poder que Dios le da quisiera que Esto lo cogieran no como una Semana Santa, sino con Amor eterno y nombrando a Dios y a la Madre Virgen en todos los momentos. Si esto así lo hicieran el Mundo tendría un grande cambio.

Quedó un momento de silencio y se vio un camino como de campo, pero cerca había casas y gente salía de ellas. Ya dijo uno:

     - El Maestro pasó esta calle antes de Crucificarlo y también la pasó cuando iba pregonando su Resurrección.

Esto para entenderlo tienes que sentir el Amor de Dios dentro de tu cuerpo, que es lo que siente este Elegido de Dios.

Desperté y oí una voz que no podía ser de nadie de la Tierra, por el grande poder que el cuerpo sentía.

Estas eran las Palabras, y mandan que queden dictadas:

     - Sigue con tu pensar y pide que mi Presencia no te falte. Que si no te falta es porque mi Padre en Mí da el Mando. Ya quítate el sufrir de no acudir donde mi Presencia es fiesta, con Amor o con desprecio. Pensando mis Palabras tu sentir dará consejo de mi Gloria. No temas en decir que estas Palabras las dice Dios Padre en Mí, que soy Dios Hijo.

El oír de estas Palabras no sabes como contarlo para que las comprendan.

La Visión de la carne que Dios me unió estaba en su despacho, con su cuerpo normal, como cuando copiaba los Mensajes. Su mirada era queriendo dar alegría, y dijo:

     - Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo le hace falta a tu espíritu para la Obra que estás haciendo. Estas palabras las dice un espíritu de la Gloria en mi espíritu.

El sueño no llegaba y mi pensar era en todos los que están aquí unidos, que no me falten. A éstos tengo poder para mandarles, porque sé que la vida la llevan más contenta.

***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

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