En Sueño Profético decían:
¡Repique de Gloria, que mueve al
espíritu que a Dios mucho adora!
Dijo uno:
Al que siente este repique, ya no
le oyes palabras como no hable de Dios. Y es que si piensas en este sentir, ves
que es Dios el que habla, para que el Lugar cunda que Dios está en la Gloria
con Cuerpo, con el mismo que Le vieron en la Tierra cuando vivió con el hombre
para enseñar de su Gloria y cundir que había otro Mundo, que estaba anunciado
por los Profetas antes de que Dios bajara a la Tierra.
A estos Profetas, para Dios
traerles su espíritu a la Gloria estando viviendo aún con cuerpo, era porque
con su forma de vivir cumplían los Mandamientos, sin que en el sitio donde
vivían se lo exigieran. La actuación de éstos era pensar en Dios y acudir al Prójimo,
levantar al caído y dar comida al necesitado y nunca pensar en juzgarlo.
Desperté, oí:
¡Qué Palabras se oían en la
Gloria, que Aquí dictan!:
“¡Repique de Gloria, que mueve al
espíritu que a Dios mucho adora!”.
Y es que este adorar va por
dentro, y lo nota el que también adora.
Que este Amor dicta en tu
espíritu las Palabras que Aquí quedan escritas.
Los pensamientos que te lleguen,
busca donde puedan ser hablados.
Ya que Dios te ilumina los pasos
con sus espíritus acompañándote.
Que esta fuerza sea la que te
notes y alegría sientas.
Si aquí está Dios hablando, nada
puede quedar enterrado.
Que esto son Palabras y Mando.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C4
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