En Sueño Profético decían:
“El mando que da el Elegido es
Mando de Dios”. Estas palabras deberían pensarlas los que este Caso conocen, y
así harían un examen de conciencia, y en este examen el Perdón pedirían. Lo
pedirían los que no han respetado lo que dicen estos Mensajes, que son la
Palabra de Dios.
Dijo un espíritu con Mando de
Dios:
Una cosa es no creer, y otra el
ser cogido por espíritus que están en contra de la Palabra de Dios.
Si estas Palabras fueran de la
Tierra, dichas por hombres con grandes carreras, habría calles enteras, llenas
de personas, esperando que les dijeran: “Quiero que se siente a mi lado en la
presentación que voy a hacer de un libro de gran sabiduría de mi carrera”. Esto
nadie puede decir que así no sería. Pues para la presentación de los Libros de
este Elegido de Dios, con los grandes reconocimientos que tiene y con la
cantidad de Libros que ya ha publicado, hay que estar buscando a quien tenga
cargos, para que la acompañe, pero no quieren porque dicen que tiempo no
tienen. Para éstos es el comienzo del Mensaje.
Desperté, oí:
Decían en el arrobo, que
procuraran, los que están unidos al Elegido, buscar para la presentación de los
Libros a los que más sufrir pudieran a éste quitarle.
Era para que, en el sitio que
Dios tiene al Elegido para enseñar de la Vida Eterna, clavaran la rodilla en el
suelo cuando lo vieran.
Y que para cuando les llegaran
sufrimientos, sus palabras las cogieran como gran medicamento.
Si los que tienen grandes cargos
temporales creyeran, no despreciarían el sitio que el Elegido quiere darles.
El la Gloria se oían estas palabras:
“Señor, que se llene el salón donde se van a presentar los Libros, y el Poder
de Dios todos lo vean”.
Decían en la Gloria, que las
pocas horas que duerme el Elegido son un gran justificante para cuando alguno
quiera con él compararse.
Y a este justificante se unen
otros que se nombran:
Saber menos que los párvulos y
hacer Libros poniendo un pasante para que las letras las ponga donde
corresponda.
Pero no pudiendo tocar estos
Temas, porque son dichos en la Gloria. Estos Temas son de todas las carreras y
de hechos que ocurrieron en siglos pasados, que algunos están en libros, pero
se ve que no son copia.
Y como último justificante: tener
un sufrimiento de los más grandes y seguir cada día más el Mando de Dios, y con
alegría publicar su Palabra.
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Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C4
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