En
Sueño Profético decían:
Con el
Poder que Dios al Elegido le da, retira a los espíritus del mal. Que esto lo
puede ver el que más cerca del Elegido está, porque ve la diferencia que hay
entre una persona que Dios trae a su Gloria y una persona buena, pero que no
tenga Mando de Dios, aunque sea buena y cristiana.
Sigue
un espíritu con Mando de Gloria:
Hace
pensar que el hombre no crea en el espíritu del mal. Que el no creer lo va
demostrando por no prohibir que el pecado dé tanto escándalo. Cada día esto más
se ve, porque teme hablarlo y prohibirlo en público, hasta que Dios mande
castigo como lo está mandando, con movimientos de Tierra y con enfermedad de
cuerpo que no se puede curar. A la juventud, no puede nadie hacerle, ni los
padres, que no vivan la vida libre, como los animales. Hembra y varón defienden
los poderes que Satanás les dio cuando la cultura este nombre cogió. Y en esta
cultura, con educación, pueden vivir juntos hembra y varón.
Desperté,
oí:
Hacían
tantas comparaciones de la cultura, del adelanto y del progreso, que veías
mundo de adelanto en todo menos en la vida del cuerpo.
Aquí,
en vez de adelanto, era hacer un seguro para que cuando muriera tu cuerpo
tuviera entrada libre en el Infierno.
¡Es
pena sentir que Dios quiere, sin obligar, que vengan a su Gloria, y el hombre
la desprecie!
Si no
hubiera Eternidad para el espíritu como no la hay para el cuerpo, Dios no se habría
hecho Hombre.
Ni habría
permitido que lo mataran para resucitar y hablar de su Reino.
Su
Resurrección no está en silencio.
Nunca
falta un Elegido con Mando de Dios Padre, que es el que Dios Hijo a la Gloria
trae.
Si el
hombre pensara quién es el Dueño de todo lo que tiene, puede que enfermara.
Pero
de una enfermedad a la que no podría llegar el médico.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C6
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