En
Sueño Profético hablaban de este Elegido al que Dios arroba su espíritu y luego Dios
le manda que todo lo del arrobo quede por él escrito con el Mando que Dios
manda. Decían:
Esto
no es un Elegido para que él vea, oiga y cuente como él quiera lo que ha visto.
De éstos hay muchos, que han visto una aparición y luego han puesto o han
quitado.
Este
Caso –repiten en la Gloria– hoy es único. Es para enseñar.
Va
gran diferencia de tener Mando para enseñar diciendo lo que Dios dice en ti, a
contar la aparición, exagerando o quedándote corto por miedo.
Sigue
un espíritu con Mando de Dios:
Este
Caso no se puede hoy comparar con ninguno. Es espíritu que viviendo todavía en
el cuerpo, Dios lo saca y lo trae a su Reino, y ya tiene comunicación con los
que ahí vivieron y están con Dios Aquí.
Esto,
todo es Mando de Dios.
A este
Elegido, el que sigue sus pasos, antes de decirle “esto que has hecho no está
bien”, debe pensarlo, porque ya es a Dios al que le está reformando.
A todo
lo que diga su lengua y su acción, di: “Yo quisiera copiarlo, aunque Elegido yo
no sea”.
Desperté,
oí:
Comparaban
en la Gloria al que había tenido alguna Visión, con este Elegido que por Dios
es sacado su espíritu y le da Enseñanza, diciendo: “Di que Me ves”.
El oír
esto, ya te pone Sello Divino, para que lo digas y lo mandes donde quieras.
Esto
tiene momentos de sufrir, porque para dar un bien de Palabras de Dios, las
dices con miedo y con temor.
La
publicidad de Esto, que sea cada día más grande.
Di la
oración:
“Señor,
que los más míos conozcan a los espíritus que no son tuyos”.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C6
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