En
Sueño Profético decían:
Al que
más te obedezca dale más confianza y ábrele más la puerta.
El que
más te obedezca, no obedece por temor, obedece por Amor, por no ser Esto de la
Tierra. En la Tierra la obediencia es por temor o por no perder el cargo que
tengas.
Dijo
uno:
Esto
es tan verdad y tan grande, que retira las palabras que no respetan el Mensaje.
Que Mensaje es este Dictado, que impregna el saber que sin nadie decir, dice
Palabras que sin haberlas oído, Dios las ha puesto en el espíritu y ya la boca
les ha dado sonido que a veces deja pensando al que las oye.
El
Elegido, estas Palabras, sin saber porqué, algunas veces las calla, porque
siente un algo sin poder explicar, que es sentir sin palabras y sin cuerpo,
donde el Amor es el que en ti manda.
Este Amor
llega con Fuerza.
Este Amor, al que lo busque,
Dios
manda que le abran las puertas.
Desperté,
oí:
Oyendo
el Mensaje cantado, ves Amor contento, porque Amor a Dios estás mandando.
Que de
Palabras también lo estás mandando, pero no se enteran tantos.
Decían
en la Gloria, que el que Dios coge de Instrumento, sin saber, sabía, y sin oír,
oía.
Que
son los momentos en los que dice lo que no había dicho y que tenía guardado.
Esto
no es ser adivino. Esto es contacto que Dios le tiene con Su Reino.
Que
este contacto no es llamado, es mandado.
Y este
Mando busca Amor.
Y este
Amor ya no vive sin que le llegue Mando.
Decían
en el arrobo, que te llegaba Amor cuando oías los Mensajes en canción.
Estos
Mensajes se oirán como hora en reloj, sin descanso, día y noche.
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario