En Sueño Profético decían:
Para saber si esto es verdad, no
hay justificante mayor que estés reconocida presentando títulos reconociendo tu
Amor al Prójimo, llevándole Paz a su espíritu y alimento para el cuerpo. Esto,
de no ser verdad la actuación de Dios, no podrías hacerlo. Esto, no por unos
meses ni un año, que ya van cerca de los 36 años, oyendo más ofensas que
halagos. Pero luego llega el Sueño Profético y da una Sabiduría que en Libros
se está escribiendo. Esto quedará en la Historia como todo lo que sale del
Cielo, que no lleva nombre y sí lleva Dueño.
Dijo uno:
Aquí tienes que seguir los pasos
para ver escenas y luego contarlas para que el que ame a Dios las copie. Viendo
el descanso del cuerpo del Elegido, ya la razón se agranda y hace mirar al
Cielo. Esta razón pide a Dios castigo para el que ha hecho daño en contra de
estas Comunicaciones Divinas. El peor de todos los pecados es saber dónde habla
Dios y contestar con el desprecio. Dios no puede entrar a su Gloria al espíritu
que cuando vivió con cuerpo iba ensuciando este Evangelio.
Desperté, oí:
En el Sueño Profético decían las
Palabras de Dios como si hubiera cuerpo.
Y al despertar sigue la misma
Enseñanza pero con otras Palabras.
Estas Palabras daban confianza y
achicaban sufrimientos, y la Paz como manto te sentías.
Esto es el despertar de un arrobo
y esperar que Dios dicte un Mensaje.
La publicación de los Libros está
en buenas manos y en buen sitio.
Esto ya ha roto el silencio y el
miedo. El que no ama, no creía que esto así quedara.
Cada día hay noticias nuevas, pero
de alegría.
***
Libro 45 - Te Habla el Profeta - Tomo VI - C2
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