lunes, 25 de noviembre de 2013

Tienes que ser y parecer

En Sueño Profético decían:

Tienes que ser y parecer, esto en la línea de Dios. Ser sin parecer, no tiene valor. Y si pareces y no eres, tienes que contestar: “No, yo no soy lo que tú crees”.

Por eso, la mayor tranquilidad,
es que sepan lo que tú eres
sin tener que preguntar.

Si tú das Amor al Prójimo,
deben verte actuar,
dando Amor sin importancia,
que el que recibe dirá,
aunque lo veas de lejos:
“Lleva un sello que no esconde,
que va diciendo verdad”.

No es sólo ser lo que eres,
tú debes de publicar.

Con tu forma de vestir,
a veces llevas un aval,
que ya saben lo que eres
sin papeles enseñar.

Esto es una ventaja,
que conozcan sin hablar,
por tu forma de vestir,
al soldado o capitán,
a la hembra, al varón,
al chiquillo al saltar,
al anciano en su quietud,
y al ave en el volar.

Todo esto, si se ve,
no hace falta preguntar.
Representa lo que eres,
y ya devuelves aval.

Hay quien dice:
“A mí no me importa “na”,
que piense cada uno aquello
que el pensar le haga pensar”.

Éste no es el camino
que Dios manda caminar.

Dios dijo y dice estas Palabras: “Por vuestras obras verán sois cristianos”.

Desperté, oí:

Bien claro te dice Dios,
que dejes ver lo que eres.

Si en la puerta pones título,
ya te buscará el que quiere.

Y si no pones el título,
es fácil que nadie sepa
lo que tú tienes oculto.

Que carece de sentido,
querer que no sepa nadie,
lo que ya sin preguntar
se puede dar por sabido.

Hay un refrán verdadero:
que para lucir cabeza,
no puedes llevar sombrero.

Y si el pelo te lo tapas,
no tienes mata de pelo.

Estudia estos refranes
que se firman verdaderos.

Que el hombre vea la cima,
“pa” que no crea sendero.

Esto son comparaciones,
que dictamos, de este Cielo.


***

Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 191-192-193

2 comentarios:

  1. Quien está orgulloso y convencido de lo que es, lo anuncia con la apariencia y la palabra.
    Quien esconde lo que es, realmente no es nada.

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  2. Me recuerda este Mensaje un pasaje de San Francisco de Asís.
    Para que se supiera que llevaba una prenda de abrigo debajo del hábito,cosió un trocito de la prenda del abrigo por fuera.

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