En Sueño Profético decían:
Ya es tiempo, más que cumplido,
para que el mundo sepa este Caso, que tantas veces se ha repetido que es único.
Ya es tiempo de premiar y de
dejar al descubierto. Premiar al que no lo sepa y quiera saberlo. Puede que
estos últimos pidan razones a los primeros que, pudiendo hacer, no hacen ni
hicieron.
¿Cómo quiere la espiga, con un
grano que dé, llenar el granero?
Esto, es tiempo ya de que el
mundo sea responsable de ello.
No es “obligar” de Dios, es no
querer Dios que aquí haya secreto, por tener que morir y no ser eterno el
cuerpo; y una vez que el cuerpo falte, no puede tener arreglo.
Dijo uno:
¿Qué diría o qué habrá dicho ya
el que haya muerto su cuerpo y no hizo nada pudiendo?
¡El Tribunal del Cielo tiene que
juzgar a vivos y a muertos!
Desperté, oí:
Si piensas este Mensaje,
ves el Lenguaje de Dios en el
Cielo:
“Y vendrá a juzgar
a vivos y a muertos,
y su Reino no tendrá fin”.
¿Cómo puede el hombre
decir estas palabras
y dudar de lo que Dios haga?
Dudar y no acudir
donde vea las Llamas
de esta Lumbre Divina.
Lumbre que atraviesa
rejas y murallas,
y la distancia acorta,
y a los centinelas deja dormidos.
Esto lo decía
Teresa de Ávila.
Ella comparaba el Amor a Dios,
con Lumbre y con Llamas.
Decía, que el Amor
nunca se apagaba
si era de Dios.
Que éste se notaba
donde se encontrara.
Que el que más creía,
más iba a buscarla.
Y ya se veían
más altas las Llamas.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C8
Si Dios lo dice , así es,que nunca hace Dios justicia sin avisar antes; no pueden tener excusa porque fueron avisados y no entrarán en el Cielo a la fuerza o amarrados.
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