viernes, 31 de diciembre de 2010

Cuatro Actuaciones - Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 35-36


En Sueño Profético hablaban de la Virgen, de las apariciones y de las leyendas –que el hombre a veces interpreta– de la comunicación de esta Gloria:

Las Comunicaciones tienen que ser dichas por el Elegido, y el oyente, ya una vez oídas, pasarlas sin cambio de letra que pudiera cambiar la frase o creer mejorar la Palabra.

Esto son tres actuaciones para publicar:

Primero: Dios actúa al comunicar. Segundo: recoge el comunicante –que también actúa Dios. Y tercero: la escribe el Pasante que está a la Voz del Comunicante.

Así no puede haber cambio de Palabras ni interpretación buena o mala.

Si el hombre buscara, oyera, pasara y estudiara estas Comunicaciones, vería la Verdad y le sobraría el estudio; se quedaría con el hallazgo y el oír a Dios a través del hombre.

Decían mucho:

En la Apariciones de la Virgen puede el hombre cortar su espectacularidad, y Dios dejar huellas. Pero en el Lugar que Dios da su Palabra para Enseñanza, y que en la actuación es Dios Profeta o Profeta Dios, esto no puede el hombre impedir. Esto es Dios Espíritu en una Vivienda, que Dios, por ser Dios, entra y sale en sus sentidos y en su inteligencia, y que al hombre deja en silencio. Esto es Dios sin mandar, por ser Él el Actuante, Poder que no sabe la actuación nada más que el mismo Padre, por ser el mismo Dios.

Desperté, oí:

Dios deja interpretación
y permite, a lo de su Gloria.

Pero cuando Él habla enseñando al hombre,
no puede permitir interpretación.

Sería destruir su Gloria,
y ya no sería Dios.

Esto son cuatro actuaciones,
que una no se escribió:

Dejar Libertad al hombre
para hacer Publicación.

Pero que no crea el hombre
que Aquí ya no actúa Dios.

Pero respeta, ya dicho,
la Libertad que dejó.


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jueves, 30 de diciembre de 2010

El que Morir quiera, hará pecados - Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 82-83-84


En Sueño Profético vi a unos hombres de espaldas, vestidos no de esta época, y uno dijo:

Éstos son Discípulos del Maestro. Estos hombres vivían con la Palabra de su Maestro.

Otro dijo:

Cierto es que la comida no nos daba la vida ni la fuerza. Un día, ya que desliada teníamos la comida y casi empezando a comer, vimos que venía el Maestro con varios hombres y algunas mujeres, familia de éstos; uno de los seis que estábamos juntos, dijo:

–¡Bendito sea Dios Padre, que manda a Dios Hijo! ¡Allí viene el mejor manjar! –y todos, sin quedar ninguno atrás, corrimos a reverenciarlo, dejando comida olvidada.

Ya que anduvimos bastante terreno, mandó el Maestro pararse a tomar algún alimento en una choza que tenía un matrimonio dispuesto para los caminantes que comida no llevaran. Ellos te ponían lo que pidieras, y tú le ponías el precio –esto a los que sabía que eran del Maestro–. Fue pararnos y, al empezar a pedir cada uno, nosotros los 6 mirarnos y pensar que tampoco habíamos comido –hasta ese momento no sentimos la necesidad–. Esto oímos al Maestro:

–Aunque mi Palabra da vida y mantiene espíritu y carne, tenéis que vivir como hombre que pisa tierra. Si así no fuera sería vivir sólo con espíritu, y nos os verían de carne. Yo soy Dios Hijo y ya utilizo la materia por vivir de Hombre y con Carne. Cuando ya vaya a mi Reino, ya soy sólo Dios Padre. Pero el que Me vea de Dios Hijo, luego también me tiene que ver de Carne. No pueden ver el espíritu los ojos de la carne si Yo no doy Poder y revisto al espíritu con su misma carne. Si esto así no fuera, no podría aprender el hombre del que yo enseño.

Desperté, oí:

Los Discípulos demuestran que podían vivir sin comida, y Dios hace que se acuerden para que pidan como los demás.

Dios, no podía comer Él y que vivieran los demás con su Poder.

Era Enseñanza para el espíritu, no Poder para la carne.

Si viven sin materia, son espíritus de su Gloria, y éstos aún pisaban tierra.

Ésta es la diferencia de estas dos vidas:

En una, si falta un chispito de todo lo que tengas, no vives feliz.

En la otra, la felicidad te la da una sola cosa: Dios.

Dios se hizo Hombre para enseñar a no Morir en la Tierra, que es donde está el pecado.

El que Morir quiera, hará pecados.

Y el que vida Eterna busque, vivirá adorando.

Si el mundo entero adorara, sería el suelo la Gloria de carne purificada.


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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Gran Literatura - Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - Pag. 29 - 30


En Sueño Profético hablaban Agustín de Mónica, Domingo de Guzmán y Juan Bosco.

Estando éstos hablando, dijo Tomás de Aquino:

–Yo también me uno a vuestro Mensaje.

Salió diciendo Agustín:

–Sus palabras tienen enganche, son palabras de roca, son palabras fuertes, duras. Son palabras de roca, por ser palabras sin movimiento. Son palabras fuertes, porque son de Fuerza Divina. Y duras, porque Dios tiene que decir lo que no puedes hacer si quieres entrar en su Gloria.

Iba Agustín a seguir hablando y se adelantó Domingo, y éstas fueron sus palabras:

–Es que habla puntualizando, y no hay quien le reforme lo que ella está hablando. Si observas al que la oye, hay a quien se le cambia el rostro, de algo que lleva dentro, que sólo Aquí Él lo sabe. El día que todos lean estas Grandes Comunicaciones, verán la Gloria de Dios cuando los ojos entornen, y no querrán que les hablen, ni que nadie les moleste, para ir, letra por letra, pensando quién compondría esta Gran Literatura, que sólo Dios envió.

Tomás, que ya no más calla, dijo:

–¿No se dará cuenta el hombre
de que esta Teología habla?,
habla sin tener sonido,
que Dios el sonido para.
Pero le da en cada letra
un olor y tal fragancia,
que loco vuelve al Teólogo,
al Teólogo que a Dios ama.

Desperté, oí:

Yo, Juan Bosco,
si mis palabras callé
mientras ellos comentaban,
mi silencio era aceptar,
por ser de Dios la Enseñanza.

Siempre fui un enamorado
de mi Dios y la Enseñanza.
Pues de aquél que enseña bien,
el que aprende va enseñando.

No enseñes por enseñar,
ni aprendas por saber cuánto,
que si enseñas sin amar,
el que aprende, aprende en vano.


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martes, 28 de diciembre de 2010

Estos Libros irán derrotando - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag.


En Sueño Profético decían:

Los Libros tienes que publicar. Esto no puede ser detenido por el hombre. Ya tienes otro título. “Dios habla al no quiero del hombre”. Las publicaciones no faltarán por ser el ingreso que Dios le da para la divulgación del Mensaje y el salario para sus necesitados. Dios manda que hable y publique. Lo que ella publica no tiene razón de que le den sepultura. Si el que no quiere acepta, publicará. Si no aceptan, la Publicación será más amplia. La súplica que ella tiene con ellos, son ellos los que tenían que tenerla con ella para que no publicara ni hablara fuera de la unión con ellos.

Dios no castiga ni amenaza, pero sí sabe tus secretos, por ser Él el que te los permite.

Desperté, oí:

El mal se esconde y el bien se publica.

Aquí es lo contrario: el hombre le da preferencia al pecado y quiere callar el Grito de Dios.

Dios no te manda al Infierno, pero no te lleva a la fuerza a su Gloria.

El aceptar o no aceptar tienen que decírselo a ella. El que prohíbe es un ser racional, y ella supera su inteligencia. ¿Qué veda pueden poner al dueño del coto? Dios habla y Dios se enfrenta. Una vez que Lo nieguen, ya publicará, y esta Fuente Divina no cederá en sus miles y miles de surtidores con la Palabra y Gracia de Dios.

Ya, estos Libros, irán derrotando.


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lunes, 27 de diciembre de 2010

Las dos huchas - Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 237-238


En Sueño Profético hablaban del espíritu. Decían:

La carne vive por el espíritu. El espíritu es el que le da vida y movimiento a la carne. El hombre alimenta la carne y deja en abandono el espíritu. El espíritu es el sostén del cuerpo. El trabajo y preocupación del hombre es por la materia. El hombre es poco corriente que cuide del espíritu.

Dijo uno:

Para cuidar y alimentar el espíritu no hace falta el dinero. Cuidar y alimentar el espíritu te hace que ahorres, te hace que ahorres en dos huchas: en la de la Gloria y en la de ahí; una Hucha Eterna, y otra más bien un juego de niños, un “quita y pon”; a este juego, el hombre le presta la máxima atención, aunque aquí se presente con esta Hucha vacía, y dejando ahí la otra, sin remedio para no dejarla. Esto es falta de Enseñanza de espíritu.

El espíritu que está enseñado para vivir Eternidad, Aquí se presenta con la Hucha llena, que Dios abre con su Amor. La de la Tierra la abre muchas veces el pecado.

Todas las llamadas que Dios hace al hombre, son para salvarlo, pero el hombre responde con ofensas.

Desperté, oí:


Dios manda sus Palabras,
y el hombre las desprecia.

Cuando Dios manda sus Palabras,
siempre ves a Él en el que las lleva.

Dios no manda sus Palabras
sin hacerse Él presente.

Cuando te hablen de Dios,
y éste diga: “Me habla a mí”,
entérate si visita
al que sufre y llama Aquí.

Si estas visitas no hiciera
con Amor y con desvelo,
no puede hablarle este Dios,
que habita Aquí en el Cielo.

Porque Dios no puede hablar,
donde no vean Verdad.

La Verdad siempre la ves
si estudias su proceder.

Dios, cuando coge un Lugar,
no lo puede deshonrar.

Copia del que viene Aquí,
que habita ahí en la Tierra,
para que aprendas de Aquí.


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domingo, 26 de diciembre de 2010

En Espíritu no podía enseñar - Libro 4 - Te Habla el Profeta - Tomo I - Pag. 39 - 40


En Sueño Profético hablaban de los Santos y de los Elegidos.

Dijo uno:

Yo, Discípulo de Dios Hombre, diré lo que a nosotros nos decía: Santo es el que hace todo lo que a Dios le agrada y vive vida de Gloria, vida de Santidad. Pero Elegido, es que Dios quiere estar en el hombre para hablarle al hombre y recibir su respuesta. Éstas eran Palabras dichas varias veces por el Maestro: “Hay muchos que Me aman, pero Yo he elegido sólo a doce. Dura misión os queda que cumplir como no améis con todas vuestras fuerzas al Hijo del Hombre. El que más ame, lo sabrá el Padre, el Hijo y el que recoja fruto de Éste”.

El que Dios elige tiene el máximo nombre: Profeta, materia que Dios utiliza para traerlo Aquí.

Nosotros los Discípulos hablábamos en nombre de Él, y nos daba Poder. Pero Profetas no podíamos ser porque vivía Dios de Hombre. Él sí era Profeta, por repetir todo lo que el Padre Le decía. El Profeta repite y actúa por Otro, que este Otro es Dios. Este Dios era el Mismo hecho Hombre. Dios estaba en su Gloria en Espíritu, y en la Tierra, de Hombre.

Desperté, oí:

Estaba de Hombre porque en Espíritu no podía enseñar.

Dios pone el nombre de Profeta: Lugar que Él habita cuando Le habla al hombre.

Profeta no puedes hacerte tú, Santo sí.

El que Dios habla en él nunca sabía que sería Elegido por Él.

Al Santo lo ven todos que es Santo. Al Profeta nadie lo vio. Ya, cuando es Profeta, le ponen duda por su normalidad.

El Profeta tiene que ser normal a la vista del hombre, pero su espíritu es ya de esta Gloria.

Antes de ser Elegido, Dios habita donde el espíritu tiene la misma Paz que Aquí en su Gloria.

El Santo contempla a Dios, y Dios manda al Profeta que hable en su Nombre.

Admira al Santo y obedece al Profeta.


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sábado, 25 de diciembre de 2010

Tres puntos - Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 3-4-5


En Sueño Profético hablaban del Amor:

Dijo uno:

El Amor es exigente. El Amor tiene tres puntos imprescindibles para el que ama: primero, ansiedad de buscar; segundo, obediencia al amado; y tercero, no callar este Amor que nunca puedes decir: “Yo, ya bastante estoy amando”.

Dijo otro:

Aquí, todos los que estamos, podemos hablar del Amor, porque el Amor, Aquí, a todos nos ha juntado. Voy a enumerar unos cuantos: Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Juan de Dios, Catalina de Siena, Tomás de Aquino, Agustín de Mónica, Álvaro, Francisco de Asís, Juan Bosco, Domingo de Guzmán y Profetas del Antiguo Testamento, Profetas que comunicaron la Venida del Salvador.

Éste mismo dijo:

Pero que siga Teresa hablando del grande Amor:

Yo diría que los tres puntos
son tan sólo uno en dos.

Que hablando con grande fuerza,
te viene olvido “pa” “to”.

Este Amor ya se encarga
de que pierdas la razón,
y no encuentres bienestar
sino contemplando a Dios.

Luego, este Amor te dice
que no hay nada mejor
que vivir ya contemplando
a la orden de tu Dios,
aunque te digan palabras
como las que oía yo.

Por la boca del hombre,
lo malo, “to” lo hice yo:
Fui libertina en pecados
del hombre que amaba a Dios,
porque éste se paraba
“pa” que le contara yo.

Me acusaron de pecado
hasta con mis compañeras.

Decían que el demonio hablaba
cuando yo sola en mi celda
me hacía señales
para parecer yo buena;
que no tenía obediencia
y me salí del convento
para inventar una comedia.

Pues todo esto soporté,
y alegría era mi pena.

¿Qué importancia tiene esto,
cuando tú a Dios Lo sientas?

Desperté, oí:

Yo creo que el que no ama,
tiene siempre las palabras
de insulto para este Dios.

Yo creo que la obediencia
te viene con el Amor.

Yo creo que si tú amas,
no puedes ofender a Dios.

El Amor a Dios te exige,
un exigir con razón,
un exigir que te lleva
por el Camino de Dios.

Todos los caminos tienen
llano, monte, barranco,
espinas, fragancia, cansancio,
y final, decir a Dios:
“Éste no era mi camino,
mi Camino era el Amor,
Amor con tanta locura,
que aún no Le he dicho a Dios”.

TERESA DE ÁVILA


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viernes, 24 de diciembre de 2010

La obediencia está primero - Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 47-48


En Sueño Profético vi un río, y en la orilla unas barcas más bien viejas. Había un hombre de aspecto humilde, con unos pantalones y chaquetón como de piel de cabra; más bien que de chaquetón tenía forma de escapulario. Este hombre decía:

Estas barcas pasaron por este río al Maestro y a sus Discípulos. A mi padre yo le ayudaba en este trabajo que su profesión era. Siempre quedaban parados ultimando las Palabras que el Maestro les decía, que más se paraban ultimando, al coger la barca, que al dejarla. Catorce años yo tenía cuando esto que aquí cuento: Iban un día cuatro, y cinco con el Maestro, y los cuatro querían reformar la llegada al sitio que irían cuando bajaran a tierra. Quedó el Maestro parado y no los dejó mover pie. Estas Palabras salen para todos:

–Quiero no sólo que me sigáis, quiero primero obediencia. Si obedecéis, podéis seguirme, porque la obediencia está primero. Del seguir sin obediencia, soy Yo el que me retiro y no dejo que a Mí se acerquen, porque seguir sin obediencia, rompe las Leyes de mi Padre. Yo soy Dios Hijo y vivo a la obediencia de mi Padre. Mientras no vaya al Padre mi Espíritu, tengo obediencia al Padre, aunque Yo soy Padre e Hijo, pero ahora vivo de Hombre.

Uno inclinó la cabeza como señal para todos, y todos se pusieron de rodillas. Otra vez se oyó:

–Levantaos, que esto es Enseñanza.

Desperté, oí:

Es Enseñanza porque había Amor, y ellos devuelven adoración.

Dios Hombre ama, pero enseña.

Enseña a que reconozcan que es Dios hecho Hombre, y por ser Hombre tiene obediencia.

Si no tuviera obediencia al Padre, no enseñaría que Él era el Hijo.

Ellos, los cuatro, creían juntar más inteligencia que el mismo Dios.

Tal vez por el mucho Amor que le tenían.

Esta era la Enseñanza: hacerle pensar el Maestro, que por mucha inteligencia, Él era el Dios del Cielo.

El Dueño de las palabras que ellos estaban diciendo.

¡Qué Enseñanza da Dios Hombre, de Discípulos y Maestro!

Si haces como los de la barca, que esto sea por Quererlo.


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jueves, 23 de diciembre de 2010

El trapero - Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I - Pag. 69-70-71


En Sueño Profético decían:

Dios, muchas veces, hace ver al hombre, que lo que él desprecia, Dios lo quiere.

Dios quiere que el hombre valore al hombre por su espíritu, no por su presencia.

Aquí cuento yo un caso de uno que el hombre lo tenía por desecho, por la fealdad de su cuerpo: era jorobado, alto y desgarbado. Este hombre, desde niño, se ganaba la vida recogiendo trapos viejos, y a cambio daba unos cacharrillos para los nenes, que en su cesta de mimbre llevaba; era su saco al hombro y su brazo izquierdo metido en el asa de su batea de mimbre; iba tocando su flauta de caña –que él también se hacía–, y acudían los chiquillos brincando y formando baile al son de ésta. Éstas eran sus primeras palabras:

–¡Dios os guarde de la maldad del pecador! ¡Que siempre estéis contentos sin pedir cuentas a Dios!, que él sabe mejor que nadie el porqué en esta vida unos tiran el dinero y otros viven contentos sabiendo que son traperos. Pero yo, este vivir, no lo cambio por dinero.

Otra vez los chiquillos encima del canasto echaban sus risas de ángeles. Esto se cundió entre las madres, y había quien aseguraba que el trapero tenía un “algo de Dios”; que algunas veces salían los chiquillos, malos, y entraban curados.

Desperté, oí:

Este trapero tenía el espíritu de Gloria, aunque en desprecio vivía.

Vivía en el desprecio del que no vivía camino que Dios tenía trazado.

Dios lo tenía sin que nadie supiera lo que valía el espíritu sin carne.

Iba dando los cacharros a cambio de trapos viejos.

Si él no iba a los campos, a las aldeas, con su mercancía y su alegría repartiendo, aquellos niños se harían hombres sin Amor Aquí, a este Cielo.

Él los ponía contentos con los cuatro cacharrillos y las palabras de Cielo.


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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cualquiera que se entregue en espíritu y materia - Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 140-141


En Sueño Profético hablaban de los Elegidos por Dios. Decían:

Los Elegidos jamás pueden cambiar el camino para el que son elegidos. Donde Dios elige, muchos se salvan y muchos se condenan; se salvan los ignorantes, y se condenan los vanidosos, los soberbios y los que ellos mismos califican sus méritos con la máxima puntuación: sobresaliente. Estos hombres no admiten la Sabiduría de Dios. Dios elige y Dios maneja al Instrumento. Dios edifica en el Instrumento la máxima altura, con contacto de Cielos y Tierra.

Antes de terminar las Palabras en esta Gloria, ya están resonando en esa Tierra, porque Dios ha edificado el Amor, que es lo que llega. Dios edifica la torre, pero por que tú cimientos tengas. Todo esto se habla Aquí para que el hombre lo aprenda, para que al decir “Elegido”, vea el hombre que Dios elige a cualquiera, a cualquiera que se entregue en espíritu y materia, y que haga los servicios por Dios, no por lo que vive en la Tierra. El Elegido siempre tendrá respuestas a las preguntas del hombre, y el que en Dios tiene confianza, a las respuestas se entrega.

Dios no consiente fracaso, por ser Dios el que contesta. El que más disfruta y se aprovecha del Elegido por Dios, es el que no mira el Lugar, es el que sólo oye Voz.

Desperté, oí:

El que sólo oye Voz, es el que mucho a Dios ama.

El que sólo oye Voz, se iguala con el que al Profeta su Mensaje le cumplió.

Los que fueron al Portal de Belén, donde estaba Dios, fueron por creer Palabras que estaban dichas por Dios.

Los Profetas anunciaron la Estrella en el Portal, para que todos llegaran de rodillas a adorar.

Si miran a los Profetas y miran a los Pastores, nadie acude a aquel Portal, donde nacía Dios de Hombre.


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martes, 21 de diciembre de 2010

Llora como Juan y ama como Andrés - Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 124-125


En Sueño Profético contaban un hecho de la Vida de Dios Hijo. Decían:

Regresaron un día Juan y Andrés de un cometido que les había mandado el Maestro, y Juan llegó apenado, tan entristecido que rodaban las lágrimas por su cara. Andrés quería darle ánimos y fortaleza de espíritu para que cuando llegara el Maestro no participara del sufrimiento. Corto instante pasó, cuando vieron delante de ellos a su Maestro, el que sabía lo que había ocurrido, pero quería saberlo por boca de ellos.

Dijo:

–Andrés, cuenta el trato que te han dado cuando llevabas mi Mensaje. Empieza, Andrés, que tu sufrir es el mismo, pero tu espíritu se hace más fuerte.

–Entramos en casa del gentil y nos recibió uno de sus criados, y estas palabras dijo: “¡Otra vez estáis con las Palabras de vuestro Maestro…! El será vuestro Maestro, y mi amo es mi amo, a quien sus órdenes cumplo”.

El Mensaje era el siguiente: “Id a oír mis Palabras cuando con caridad tratéis al humilde y deis comida al hambriento. No cumplir las Palabras de mi Padre es ensuciar las mías, que son las mismas de mi Padre, por ser mi Padre el Hijo.

Este gentil tenía fama de que por un mendrugo de pan que él diera, tenían que servirle con agrado; y al Maestro oía, pero no Lo amaba.

Desperté, oí:

Juan amaba tanto a su Maestro, que sufría cuando no ponían en práctica su Mensaje.

El criado tampoco amaba.

Si ama, no está con ese amo, ni insulta a sus Discípulos.

Mandarle Dios el Mensaje era para hacerlos suyos, si Lo obedecían.

Si no obedecían, ellos mismos pedían que los apartara.

Dios se comunica para que Lo amen.

Y ya amando, Él no aparta.

Llora como Juan, ama como Andrés, y ya siempre es vivir con Él.


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lunes, 20 de diciembre de 2010

El sufrir lo cambias en alegrías - Libro 61 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IX - Pag. 20-21-22


En Sueño Profético decían:

Cuando llega sufrir, si en Dios confías, el sufrir lo cambias en alegrías. Que a veces llega el sufrir para que más se vea el Poder de Dios.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Sin haber pasado sufrir no puedes valorar tu forma de ser, y no puedes aconsejar que si en el sufrir amas a Dios, más cerca estás de Dios y más diferencia te verán con el que tiene de todo y sufrir grande no tiene; pero sí en capital, que tiene algo menos de ingresos que otros años. Que éste nombra a Dios con palabras de grandes ofensas. Es mejor amar y dejar todo al Mando que Dios da.

Este amor, como lo abraces, ya él no te deja y sirves para dar clases de amar a Dios y olvidar todo lo que no lleve la palabra de Dios. Estas palabras que hoy dictan en la Gloria son una Enseñanza que sirve para todos los que quieran, después de que muera el cuerpo, vivir con los que viven Vida Eterna.

Esto me enseñó mi madre cuando yo era pequeño, y cuando llegué a hombre me sirvió esta Enseñanza. Ya diré unas palabras con Mando de Dios:

Yo tenía cinco años cuando mi padre murió, y mi madre al acostarme y al levantarme esta era su oración: "Señor que yo siempre esté vivo con tu oración. Que, aunque muera en la Tierra de mayor, que esté vivo con los Ángeles y con Dios". Pues la muerte a mi cuerpo llegó cuando ya era hombre, pero yo estoy vivo con Dios en su Gloria. Y en estos momentos con mi padre estoy al Mando que Dios nos mande. Aquí están todos los que en la Tierra pisaban el sufrir y su espíritu vivía Gloria.

Desperté, oí:

Este Mensaje es todo hablando de las dos Vidas; de los sufrimientos, como cogerlos y soltarlos, cuando ves que de Dios quieren retirarte.

Sigo dictando, con Mando de Dios, lo que yo viví:

Mi madre quedó con tres hijos chicos cuando mi padre su cuerpo murió.

Pero su Amor a Dios era tan grande que a mis hermanos mayores los tenía contentos en la parroquia del pueblo.

No hacía falta de nada, porque la Palabra de Dios tanto se cundió en el pueblo, que vivíamos como los ricos, aunque ricos no éramos.

Pues el Amor de mi madre era tan grande que le podía al sufrir que llegase.

Hubo quien en el pueblo la criticaba porque no la veían llorar y siempre a Dios nombraba.

Cuando le decían: "No sé cómo siempre estás contenta", ella contestaba:

"Yo sé que Dios está contento cuando despido el sufrimiento. Yo sé que mis tres hijos cuando se acabe esta vida y dejen aquí el cuerpo, joven o viejo, entraremos juntos con Dios en el Cielo".

Pues aquí, en la Gloria estamos los que se han nombrado.

Dos siglos hace que pasó el relato de este Mensaje que Dios ha mandado dictar.

Si en la Tierra teníamos alegría, Aquí la alegría Dios nos la ha aumentado.


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domingo, 19 de diciembre de 2010

No hay premio en la Tierra que sea mayor - Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - Pag. 179-180


En Sueño Profético decían:

No temas decir que las palabras que digas y la actuación que tengas son Mando que Dios manda. Primero Dios las pone en tu pensar y luego manda que vean que las cumples. Para entender esto tienes que conocer los momentos de sufrir tan grandes que vive el Elegido. Son tan grandes, que de no estar a este Mando de Dios, su cuerpo tendría muerte.

Ya dijo un espíritu de la Gloria:

Ser Elegido de Dios, no hay premio en la Tierra que sea mayor. Dios al Elegido le manda que todo sea publicado, diciendo que Él se lo está mandando. Dios le manda que hable primero del ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) y después, del Sueño Profético. Este Sueño quieres explicarlo y no sabes: No sabes cómo lo ves ni cómo son las voces que oyes, que te llaman sin nombrarte, para darte alegrías y sufrir quitarte. Estas son comunicaciones que sólo las conocen los que a su espíritu sin cuerpo, Dios a la Gloria trae.

Desperté, oí:

El Elegido, a Dios le pedía, antes de que le llegara el sueño, que se acabaran los sufrimientos que los espíritus del mal estaban poniendo.

El Poder de Dios va a dejar al descubierto a estos espíritus, que no son pecadores en secreto.

Son como nube con truenos, como terremoto con fuerza de Infierno.


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sábado, 18 de diciembre de 2010

Amar y seguirme para Yo enseñarlos - Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - Pag. 59-60-61


En Sueño Profético decían:

Amando a Dios entiendes su Lenguaje, pero tienes que aprender a enseñarlo al que no lo entienda, por falta de Amor o por no haber oído hablar a quien a Dios ame.

Dijo uno:

Un día me encontré con el Maestro y sus Discípulos y, aunque yo me hubiera parado al verlos, me paró antes el oír al Maestro estas palabras que les daba a unos nuevos que iban con sus Discípulos:

–Ya sé que vosotros entendéis mis Palabras porque habéis puesto Amor delante, pero al que os pregunte de este Amor y vosotros queráis enseñarle os costará trabajo. Son estos, mis Discípulos, y cuando vienen Conmigo a cada palabra que Me oyen Me preguntan para luego ellos enseñarla. Pues aunque mis Palabras son las mismas pueden ir distintas colocadas. No es lo mismo amar para vivir amando, que amar y seguirme para Yo enseñarlos, para que luego ellos sigan mi Enseñanza.

Y siguió diciendo:

–Aunque los hombres son los mismos y mis Palabras no cambian, el que va enseñando tiene que haber aprendido mucho de Mí para enseñar. Unas veces preguntarán amando, y otras será ofendiendo a mi Padre en Mí.

Desperté, oí:

Todos estos Mensajes son palabras Aquí dichas, aunque no se nombre a Dios, pero son dichas por Dios en espíritus que Él tiene sin cuerpo.

Pero cuando oyes: "mi Padre, mi Enseñanza, mis Discípulos, Yo he bajado a la Tierra".

Esto ya, al despertar, sientes desprecio a la materia.

Pues sabiendo que es su Gloria y que todo es Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo, cuando su Nombre pronuncian ves más Gloria y sientes Santos.

¡Qué Enseñanza da el Maestro para el que quiera enseñar!

No es lo mismo amar para vivir amando, que amar y seguirme para Yo enseñarlos para que luego ellos sigan mi Enseñanza.

Aunque los hombres son los mismos y mis Palabras no cambian.


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viernes, 17 de diciembre de 2010

El Camino de las Pisadas Divinas - Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 222-223


En Sueño Profético vi como una muralla, y sentados en el suelo, recostados en la muralla, unos hombres.

Llegó uno y les dijo:

–¿Habéis vuelto de casa de Timoteo, o es que vais?

Se puso uno de pie y contestó:

–Ya estamos de vuelta y hoy no traemos contento.

Este Timoteo era uno que tenía buenas cualidades, y reunía en su casa gente para oír hablar del Maestro. Aquel día fueron a ella 4 de sus Discípulos. El Maestro tiró por camino distinto con el número 8, pero habían quedado en un camino que era muy frecuente el verse, y lo tenían como punto de espera para el que llegara primero. Los vecinos de aquellos terrenos le pusieron: “El Camino de las Pisadas Divinas”. Ya, cuando lo veían venir a lo lejos, se avisaban unos a otros hasta verlo pasar, dejando mujeres y hombres sus quehaceres, dándole las buenas noches o días con aire de reverencia.

Cuando se emparejaron, estas fueron sus primeras palabras:

–No tenéis por qué apenaros, Yo siempre estaré con vosotros. La noticia que os acaban de dar es cierta: que os quedáis sin Maestro. Pero esto es a la vista del que no me ama. El que me ama y cree en mis Palabras, siempre notará mi Presencia y oirá mis Palabras. El que te lo ha dicho, no me ama, y está contando las horas que le quedan a mi Carne.

Desperté, oí:

El que fue a casa de Timoteo, nunca había ido, fue porque llevaba la mala noticia de la Crucifixión.

Cuando más euforia había en todos, fue cuando soltó la noticia, y su cara quedó contenta.

Una cara contenta, más de veinte con pena.

A pesar de que esto siempre les ocurría, siempre sus caras quedaban con extrañeza.

¡Que primeras Palabras!: “No tenéis por qué apenaros, Yo siempre estaré con vosotros”.

Antes que el fariseo hablara, ya lo sabía el Maestro.

Los 4 se pusieron de acuerdo para no repetir las palabras de este enemigo de Dios Hombre.

Tenían ya dicho cómo sería la Crucifixión, y lo que tenían que decir si no veían causa.

Ellos mismos decían “Éste es Dios”, con no poderle poner delito.

Este mismo Sello se ve en el Lugar que habla Dios.


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jueves, 16 de diciembre de 2010

Nuestro Amor es mayor que el sufrir que tenemos - Libro 78 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo XI - Pag. 18-19-20


En Sueño Profético decían:

Si tu creencia en Dios es con Amor, tu cuerpo y tus palabras tienen grande diferencia si se comparan con el que dice que solamente cree y no ama, porque el creer sólo lo coge cuando en la Tierra le llegan grandes sufrimientos.

Estando oyendo estas palabras se vio una calle con edificios no muy altos. Tendrían unas casas dos plantas y las demás, de tres no pasaban. Pues de estas casas salieron dos mujeres, de presencia como hoy se ven, y cuando se cruzaron con otra mujer, ésta les dijo:

-Cuando os veo tan contentas me viene este pensar: “¡Cómo se ve que no tenéis sufrimientos!”

Ya le contesta una de las mujeres con estas palabras:

-Nosotras tenemos grandes sufrimientos, pero el creer en Dios y el Amor que a Dios le tenemos es mayor que el sufrir que tenemos.

Dijo estas palabras y les preguntó qué sufrimientos tenían. Pues una tenía el marido en una silla paralítico y su familia no les ayudaba, pudiendo ayudarles por tener ingresos que le sobraban. Pero éste que se está nombrando cogió la enfermedad por la bebida, porque todos los días llegaba a su casa dando grandes cambaladas y con el pañuelo limpiándose las lágrimas.

Esto empezó a contárselo a la que le preguntó cómo podían estar contentas. Pues el sufrimiento de la que preguntó era por haberse arruinado, y ella creía y no amaba, y al no amar, a Dios pedía porque creía en su Poder pero el Amor no lo sentía.

Desperté, oí:

Hay grande diferencia entre creer y no amar, y amar y recibir todo el sufrir que te llegue amando y pidiéndole a Dios.

Pues a la del marido que estaba en la silla paralítico, Dios le dio su pago con dos hijos que tenía, y uno de grande capital se los llevó con él a trabajar.

Todos vieron el cambio de esta familia cuando iban con el marido, paseándolo por el pueblo, y él no callaba diciendo:

-Yo hacía la vida que hacía porque no creía en Dios, pero cuando veo el responder de mi mujer, a Dios le pido que no me cure y así Le pago el mal que durante tanto tiempo Le he hecho.

-Pues fue terminar de decir estas palabras y mis piernas empezaron a moverse. Y ya, cogido con un simple bastón y a veces sin él, me presentaba con mi mujer en los mesones que me conocían. Y mis hijos decían:

-¡Padre, ya quieres a Dios y podemos decirlo! Pues si Lo quieres, ámalo mucho, que esto es lo que madre nos enseñó cuando éramos niños y ya tenemos 20 años. Lo que sí te decimos es que a los tuyos no queremos, porque todo el querer es para Dios.

Decían en la Gloria que esto son grandes Enseñanzas de Amor de Dios.

Termina el Mensaje con estas palabras:

El Mensaje es largo para poder pensar que Esto no es Aparición.

Esto es Enseñanza de espíritu con cuerpo o cuando el cuerpo está muerto, pero el espíritu tiene Vida Eterna, que se pone en los Libros que son los que enseñan.


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miércoles, 15 de diciembre de 2010

El camino oscuro - Libro 77 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IX - Pag. 73-74-75


En Sueño Profético vi un camino oscuro con algo sembrado o que sin siembra pudo haber nacido. Tenía una altura que pasaba de la cintura. Conforme ibas andando había unas hendiduras que no te valía agilidad, que lo mismo caía el niño que el que tenía edad ya más bien de hombre que de niño. Al andar, si un pie bajaba más aprisa que el otro te tenías que agarrar a aquellas matas de pinchos que formaban una baranda para agrandar más el mal.

Dijo uno:

Este camino lo pasan los que sufren y van detrás de Dios. La oscuridad, las hendiduras y los pinchos son espíritus del mal que salen a tu camino para apartarte de Dios, por eso estos Mensajes te enseñan a que continúes el camino sin que veas oscuridad y que si un pie ves que baja y el otro se queda atrás, el de atrás verás que puede y al que baja subirá. Ya, si te agarras a los pinchos sin quererte agarrar y en el pinchar miras al Cielo poco daño sentirás, porque no hay mayor consuelo que sufrir y a Dios amar. Y en este amar llega Luz y se quita oscuridad, y el suelo ves que se allana y los pinchos no pinchan ya, sólo hacen como firmas que se borrarán después de que alguno las mire y vea en lo que queda, en el Mando de Dios, el mal.

Desperté, oí:

Dios ha dado la Enseñanza en espíritu y ha dejado huella en la materia.

Que puede que unos la vean y otros no lleguen a verla.

Aquí no había cuerpo, ni oscuridad ni pinchos, pero Dios trae a su Presencia todo lo que Le hace falta para que el hombre comprenda al que lleva la Enseñanza.

¡Qué Poder tan poderoso es el de Dios al del hombre!

Deja al cuerpo ahí, los pinchos trae a la Gloria, y hace que desde Aquí deje el pinchar huella en la carne.

Busca a Dios y no Lo dejes, que Él nunca te dejará para que pases el camino, que teniendo oscuridad ves la Luz que Él te manda.

Si un pie falla, el otro le ayudará.

Ya los pinchos, que es lo que duele, Dios los sujetará.

Y quedarán en una firma que se hizo con tinta aguada.

Si Dios hizo en el mar camino, ¿cómo de su Poder dudar?


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martes, 14 de diciembre de 2010

A los otros no los pasaron - Libro 64 - Hechos de Jesús Perdídos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - Pag. 15-16


En Sueño Profético decían:

Puede que entre más en la Gloria el que nunca creyó y un día ya cree, que el que siempre creyó y nunca amó. El que no creyó puede pararse un día al oír lo que no cree, cuando oiga hablar de ello. Pero el que cree y no ama se va por otro sitio donde no pueda oír de lo que cree y Amor no siente.

Esta Enseñanza fue dada por el Maestro a sus Discípulos un día que querían ir a una casa a contar del Maestro. Que en esta casa creían, pero no amaban. Y el Maestro les cambió el sitio por el que no creían pero tenían interés de saber el por qué de su Venida, el por qué de haber otro Mundo, y que portándose bien en la Tierra, si había Dios, ya les daría buen sitio.

A éstos, Dios Hombre manda a sus Discípulos para que enseñaran lo que no sabían, y para que les aclararan el bueno de materia y el bueno de espíritu. Y como mayor Enseñanza, su Venida para enseñar la salvación del hombre. Cómo vivir con materia sin separarse de Él y agradando a su Padre.

Cuando les dijo todo lo que tenían que enseñar en aquella casa, también les dijo:

"Ya no volver hasta que veáis que aman mis Palabras y que practican mis costumbres".

Desperté, oí:

En esta casa no creían, y todos quedaron amando.

Hubo menos sin llorar y más veías llorando.

Lloraban de haber vivido tiempo vacío y vano.

Lloraban por haber perdido tantas horas sin buscar al que tanto bien traía, por Dios Padre encomendado.

Si en la casa que creían van los Discípulos hablando lo que en la otra dijeron, a ninguno ven llorando.

Éstos entraron en la Gloria, a los otros no los pasaron.

El que no ama es peor, porque cree y hace daño.

Y no pregunta el saber que ha dicho Dios en su Mando.


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lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Qué alegría es mayor? - Libro 84 - Investigaciones a La Verdad - Tomo XIV - Pag. 74-75-76


En Sueño Profético hablaban de la alegría que es de Dios. Decían que esta alegría es la que tiene la fuerza para recibir todo lo que la Tierra quiere mandar para retirarte de seguir a Dios.

Dijo un espíritu de la Gloria:

El que vive con esta alegría, recibe todo lo que le llega sin culpar a Dios y más Lo quiere, guardando los sufrimientos. El que los pregona y a Dios nombra, ofendiéndolo, ya premia a los espíritus del mal. A este Elegido, Dios le da Palabras para que las publique y todos vivan la alegría que Dios manda.

Decían muchas palabras hablando de la alegría. Decían que la alegría también llegaba cuando tú al prójimo ayudabas. También decían que daba alegría el recibir, pero que doblaba la alegría el dar lo que falta hacía, y que esto muy pocos lo comprendían.

Es una gran alegría el quitar del pecado al que está pecando. Para Dios, el que esto hace tiene un gran Amor a esta Vida, en la que pocos creen.

Todo era diciendo que ayudar al necesitado y quitar de pecar era más alegría para el que da y quita, que para el que recibe.

Desperté, oí:

Si tienes grande Amor a Dios, comprendes lo que dicen en la Gloria.

Que esto, sin Amor a Dios, no es comprendido.

Pero dobla la alegría el que lo da porque sabe que Dios, este es su Mando: Levantar al caído y dar comida al hambriento.

Si eres de Dios, es más alegría dar con la Fuerza de Dios, que recibir, porque sabes que al Cielo las gracias dan.

Terminan estas comparaciones diciendo estas palabras:

¿Qué alegría es mayor –si uno está retirado de Dios porque está pecando y otro que ama a Dios lo quita de pecar-, la del que quita de pecar o la del que estaba pecando?

Piensa que siente más el Amor a Dios el que lo quita de pecar, que el que estaba pecando.


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domingo, 12 de diciembre de 2010

Carne muerta, espíritu vivo - Libro 83 - Te Habla el Profeta - Tomo XI - Pag. 20-21-22-23


En Sueño Profético hablaban del recuerdo que el hombre le tiene a la carne muerta, y el olvido al espíritu vivo.

Si amas a Dios es porque crees en la Gloria, y ya vives espíritu y recuerdas la carne muerta y sientes compañía de aquel ser querido. Si recuerdas la carne y el espíritu lo tienes en olvido, es figura de cartón que por un tiempo ha servido. Esto no es amar a lo que Dios ha querido. Ha querido de querer, y luego ha querido que el espíritu esté con Él, porque antes suyo ha sido.

Dijo uno:

¡Qué pocos saben del espíritu! ¡Qué pocos saben de la muerte! De cómo hay que recibirla cuando Dios la muerte quiere. ¡Qué pocos pagan el querer con recuerdo cuando ya carne no ven! Lo mismo que creen que han querido, es después el aborrecer. Es miedo y odio de no querer nunca ver lo que él tuvo, en cariño o en las costumbres que vivió con él. Luego creen que lo recuerdan más queriendo huir de aquellos sitios y haciendo sus vidas al revés.

El que cree y ama a Dios, siempre tiene en su mente una carne que murió y una vida que no ha muerto, porque vive ya con Dios.

Desperté, oí:

Estas son las enseñanzas que el hombre desconoce.

Hablan de la carne muerta y el espíritu no lo sienten.

No lo sienten porque falta la Enseñanza de que no está muerto.

¡Cuántos adoran la sepultura!, olvidando que no está muerto.

Todo el que ama a Dios da primero su recuerdo a lo que nadie enterró.

Si vives amando al Cielo sientes contacto de Dios y Él ya te da presencia de lo que vive con Dios.


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sábado, 11 de diciembre de 2010

Galeria Abrigo de Piel de Cordero: Foto 6


Abrigo de Piel de Cordero del que brotan gotas de agua, formando en ocasiones, charcos de agua y marcas de diferentes formas y tamaños. Existen noticias y reportajes fotográficos de la época en la que comenzó a suceder allá por el año 1980. Varios especialistas acudieron a comprobarlo pero no lograron encontrar ninguna explicación científica para ello. También se le conoce como "El Milagro del Abrigo".

Ángeles - Libro Recopilatorio - Hechos de Jesús Perdídos, Hoy Dictados en Gloria - Pag. 797-798


En Sueño Profético decían:

Pon el comienzo del Sueño antes de que Dios hable:

Se vieron muchos niños, los primeros sin cuerpo, no se les veía nada más que la cabeza, y en el poco cuello que tenían, dos alas que les daban en la cara.

Ya se presentaron más cantidad de niños distintos a los que no tenían cuerpo. Éstos tenían las alas en la espalda, como los ángeles que se ven en todos sitios y se les da este nombre, el de ángeles.

Ya dijo un espíritu con Mando de Dios:

Estos últimos niños que se han visto, vivieron todos con cuerpo en la Tierra, pero ahora ya no tienen cuerpo porque viven Vida Eterna y su cuerpo quedó en la Tierra.

Todos los niños, para Dios y para su Gloria, son ángeles.

Aquí van las Palabras que Dios dijo cuando vivió de Hombre para enseñar al hombre a que no perdiera la Gloria:

“Haceos niños y entraréis en mi Reino”.

Estas Palabras se siguen diciendo, cuando el hombre vive la maldad y piensa ensuciar lo que Dios dijo y sigue diciendo.

Esta Enseñanza, el que la estudie y la aprenda, verá que es la misma que Dios enseña y manda que viva el hombre.

Desperté, oí:

En este despertar del Elegido se ve que la alegría Dios se la ha traído.

Por el sueño de los ángeles, que tantos Dios delante ponía.

Este Mensaje deben tenerlo los niños, para que los mayores crean que Dios es el que da la vida temporal en la Tierra y en el Cielo la Eterna.

Mandan en la Gloria, que quede dictado cómo iban los niños: los de alas en la espalda y los de alas en el cuello.

Los de alas en el cuello, iban sin cuerpo, porque no lo tienen ni lo tuvieron.

Los de alas en el cuerpo, iban vestidos con sus ropas normales, pero tapados. El reír de los niños, a los mayores hacía pensar.

Llegó el Sueño y uno dijo: “Es alegría el pensar que Dios arrobe Arrobo: Desprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) tu espíritu y nadie lo pueda hacer igual”.


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viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuánto alimenta el hombre las guerras - Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V - Pag. 237-238-239


En Sueño Profético hacían preguntas y daban respuestas. Éstas son unas que me mandan dictar:

¿Cree el hombre firmemente que Dios habita en la Gloria? ¿Cree el hombre que Dios quiere que el hombre siempre viva alimentando las guerras y despreciando a los hombres que viven en la miseria?

Si el hombre creyera firmemente buscaba estas Palabras ahora, antes y siempre que Dios las dijera. Cuando Él bajó a la Tierra ya había mandado el Padre miles y miles de docenas de Mensajes a los hombres para que no se perdieran. Mandó, este Dios, sus Palabras a poderosos y humildes, a mayores y pequeños. Estos pequeños eran niños que Dios Padre hace que el niño diga lo que Él en ellos decía para afirmar a los padres de estos niños.

Dios mandó su Mensaje de Salvación muchos siglos antes de hacerse Carne y utilizar la materia. Esto lo sabían gobernadores y doncellas, hombres de razas distintas, porque Dios hacía que se cundiera. Pero ¿quién Lo cree de los hombres de la Tierra? Pocos, tan pocos que aún siguen con la falta de Creencia. Si creen pueden creer que Dios quiera que el hombre muera de hambre y él lo deje que se muera y coja grandes cantidades de dinero para alimentar las guerras. Si el hombre pensara en Dios ya creía y al creer bueno era.

Desperté, oí:

Cuánto alimenta el hombre las guerras, que cada guerra es más grande y cuenta con más potencia.

Debería coger un lápiz, todo el que quiere la guerra, y ajustar el alimento que necesita el tenerla, mientras que los hombres mueren, a montones, en la miseria.

Con un día de alimento que necesita la guerra no se conocía el hambre, se acababa la miseria.

Si el hombre el alimento se lo negara a la guerra sería bandera de Paz y ya cundía su creencia.

Después venía el amar, porque existía creencia.

Hoy no ha sido la pregunta ni se ha dado la respuesta al que cree y no ama, por ser distintas respuestas.


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jueves, 9 de diciembre de 2010

Habrá más viviendas - Libro 85 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo IX - Pag. 69-70


En Sueño me explicaban:

Cuando el niño hace algo mal hecho, se conoce si ha sido hecho por la ignorancia de su corta edad o por la acción del espíritu del mal para formar la discordia. Para esto es tu Enseñanza.

Ignorancia del niño es pedir objeto de una fabulosa cantidad, y esto pedido con naturalidad. O lo contrario: despreciar lo de valor, no saber el peligro, reír en la desgracia o llorar en la alegría. Esto es materia infantil.

Las reacciones violentas no son propias en el niño. Éstas, tiene que saber corregirlas el mayor, para que este espíritu no sirva de vivienda para el mal espíritu.

Si los mayores no están preparados, entonces habrá más viviendas.


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miércoles, 8 de diciembre de 2010

La fiebre del remordimiento - Libro 31 - Te Habla el Profeta - Tomo IV - Pag. 39-40


En Sueño Profético decían:

Si pensaran lo que es un Elegido de Dios, qué pocos se libraban de la fiebre del remordimiento. Que esta fiebre, la conciencia sirve de termómetro del bien o el mal que ha hecho. Si pensaran lo que es un Elegido de Dios, lo bien hecho lo pensarían por si estaba mal hecho, y ya, lo mal hecho no cabía.

Dijo uno:

¡Cómo no valoran su presencia y sus Palabas, si ya van de Aquí a su boca!

¡Cómo no verán que admite lo que Dios también permite, por no disgustar a la Gloria!

No quiere el hombre que Dios haga presencia con su Mando en una carne que Lo siguió y pidió la muerte antes de Enfadarle.

Desperté, oí:

Cada día que amanezca, Dios hará que menos supliques, con tus palabras, al que sepa que eres Elegido.

Decían en el ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) “fiebre de remordimiento” si pensaran lo que es un Elegido.

Un Elegido con estos grandes comprobantes que dicta Dios a los Espíritus.

No puede ser mal trato al Elegido y poder vivir con Paz y diciendo a Dios “Dios mío”.

Si hay Amor a Dios, oyes al Elegido y dices: “Gracias Señor, por haberlo conocido”.

Y si no hay Amor, cuando pienses, esto es verdad, te da miedo hacer el mal al Portavoz del Cielo.


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martes, 7 de diciembre de 2010

Si sientes llanto por dentro, estás pidiendo perdón - Libro 72 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VII - Pag. 35-36-37


En Sueño Profético decían:

No hay arrepentimiento sin llanto, ni llanto cuando no haya arrepentimiento.

Estas frases son de Agustín, que ya sigue él el Mando de este Sueño por darle Dios el Mando. Dijo Agustín:

– El llanto en lo mal hecho sale del espíritu cuando hay profundo arrepentimiento, cuando el mal ya te atormenta porque huyes del pecado. Entonces ya ves pecado y te viene grande lucha entre la parte que no es de Dios y la parte que Dios te mandó cuando tú no quisiste pecado. Esta parte forma lucha y te va purificando, unas veces a son lento y otras pasando rápidamente. Te viene el pensar en Dios y algo te lo quiere quitar. Te sientes como si hubiera dos fuerzas de ti tirando y otra vez te viene el pensar del precipicio que viste y te pudiste librar, y ya te sientes otro hombre y tus ansias es buscar a hombres que van viviendo sin saber que vivir vida apartado de este Cielo es formar la guerra a Dios, es defender el Infierno, es dejar en ese Mundo mal recuerdo de tu vivir a tu familia, a tus amigos, al que tuviste sufriendo por quererte aconsejar de que la vida ahí no acaba.

Todo esto aquí referido lo daba yo de consejo cuando mi vida cambió.

Desperté, oí:

Si te sientes pecador de tus pecados ya hechos, estás pidiendo perdón.

Si sientes llanto por dentro, estás pidiendo perdón.

Si recuerdas el precipicio, estás pidiendo perdón.

Pero si buscas a más para que pidan perdón a Dios ya empiezas a pagar deudas, que son alegrías para Dios.

No hay perdón que no sea dado cuando a Dios estés pidiendo llorando y avergonzado.

Dios te manda aquí el perdón porque Amor has superado.

Y tus ansias son para pagarle desbaratando pecados, que este pago es un decir cuando te vean perdonado.

Entonces salen palabras de la vida que has empezado, sin querer recordar tú el tiempo de tus pecados.

Pero si alguien quisiera recordarte el pasado, aprovecha este recuerdo para quitar del pecado.

No hay quien llame a Dios a gritos, aunque lo vean callado, pidiéndole su perdón y Dios no se lo haya dado.

Pero pídele el perdón sabiendo que fuiste malo.

El que haga este pedir ya se siente perdonado, como se sintió Agustín.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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lunes, 6 de diciembre de 2010

El Poder de mi Padre - Libro 57 - La Palabra del Creador - Tomo VI - Pag. 113-114-115-116


En Sueño Profético decían:

Si piensas en las Palabras que Dios dejó en la Tierra con el nombre de Mandamientos, ves que estas Palabras fueron dichas por Dios.

Dios, unas veces te hace Visión. Y otras veces, ves su Poder en sus Palabras. Este Poder lo siente tu cuerpo cuando el espíritu llega a él con la Enseñanza que en el ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) Dios te ha dado.

Se vieron unas nubes grandes muy blancas. En el sitio donde estaban se veía un azul muy limpio. De pronto apareció la Imagen de Dios Hijo y se oyeron estas Palabras:

“Esta Imagen es mi Cuerpo. El Poder de mi Padre hizo mi Cuerpo de Carne. El hombre lo mató. Pero el Poder de mi Padre hizo Resurrección. Y ahora, con mi Cuerpo, estoy con Dios Padre. El Mando que Yo doy, el que crea en mi Existencia, sabe que es Poder de Dios Padre. Por Él está el mundo hecho, y por Mí no lo desbarata”.

Estas nubes y esta Imagen de Dios Padre fue lo que vio el Elegido una mañana cuando miraba al Cielo pidiendo poder publicar que Dios arrobaba su espíritu.

Se presentó Dios Padre de los Hombres para que su Cabeza y Cara se vieran, como si fuera una pintura, porque no se movía.

Esto, cuando el Elegido lo contaba, el que lo creía le hacía que repitiera las palabras. Y el que no creía, decía: ¡Las nubes hacen figuras y flores! ¡Eso es que tú en todo ves a Dios!

Desperté, oí:

Se ha visto la Imagen de Dios Padre y hablando Dios Hijo.

Esto, para contarlo, tienes que sentirlo y creer que Dios habla en el Elegido.

Decían grandes Teólogos, que Esto, desmentirlo no podían, porque al oír la Voz de Dios, veías que no era voz del hombre.

Es una Voz que te acerca. Y cuando la oyes, no puedes andar ni mover los pies, por quedar en éxtasis.

Te notas como cogida. Y como sabes que el que habla es Dios, quieres que el Arrobo dure.

Se ve más que Esto es de Dios, por el desprecio que le dan al que Dios trae a este Lugar, que su nombre es La Gloria.

Y espera para dejarte entrar o cerrarte la puerta.

El Poder de Dios retiraba el sueño.

Para que quede dictado lo que Dios manda en su Reino.


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domingo, 5 de diciembre de 2010

"Teniendo Fe y Amor, ya vivías Cielo en la Tierra" - Libro 61 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IX - Pag. 242-243-244


En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios. Decían que este Amor llegaba al que este Amor buscaba cumpliendo las Palabras de Dios, que sin cumplir las Palabras, se retiraba el Amor.

Se vio un monte no muy alto y lo cubrían las corderas. Un pastor con un hombre, con presentación de grande cargo, hablaba. Estas fueron las primeras palabras:

“¿Es pastor de poco tiempo, o lleva su vida entregada al ganado desde muy joven?”

Ya contesta el pastor:

“Desde que tenía diez años estoy con las corderas como hoy, que tengo treinta y cuatro. Mi padre murió y este era su sitio, el que yo ahora tengo. A mí me enseñó que teniendo Fe y Amor, ya vivías Cielo en la Tierra. Ya diré el Amor tan grande que mi madre tenía, siempre nombrado a Dios en todos los momentos con los dueños de la finca. Que al faltar mi padre, ella como dueña era; para todo a ella buscaban, porque con el Amor que a Dios tenía, decían los dueños que las cosechas no eran creídas que fueran de la Tierra. Una vez que todos se quejaban de las malas cosechas”.

Se vieron otra vez las corderas, pero con un balar con fuerza y muy juntas.

Ya dijo el que era grande caballero por su habla y su ropa:

“Quiere creer que yo nunca me he sentido tan contento como hoy me estoy sintiendo. Yo ya vendré por aquí para verlo y le dejaré un poco de herencia de la que yo tengo. Pero contaré a mis amigos y mis familiares, que en Dios no creen, que yo ya no puedo pasar sin oír al pastor hablar de Dios. Ya que al oírlo, la vida me dio, porque me perseguía el que me la quitaba por la vida que en mi casa mis hijos hacían. No contaré este vivir porque ya vivo con Dios en su Gloria, y contar mi sufrir, a Dios sufrir le doy”.

Desperté, oí:

¡Qué grande es el Amor cuando es Amor de Dios, y tú quieres buscarlo y lo encuentras!

Pues el que oiga este Mensaje, que copie de este espíritu, que cuando tuvo cuerpo, un pastor lo llevó al Cielo.

Ya mandan en la Gloria que piense, el que conozca este Caso, que si cree y ama a Dios, que se acuerde del pastor que su Amor entraba en la Gloria.

Estas Palabras que dictan ya son para los que están aquí unidos. Estos tienen un gran Amor a Dios, que no puede ocultarse.

Tu Amor a sus espíritus los contagia. Que el contagio lo hace donde hay Amor. Que el Amor es rayo de Luna o rayo de Sol.

“Señor, dame fuerzas para que yo reparta tu Amor para el que Te quiera”.

Termina el Menaje diciendo: “El sueño es corto, pero la alegría es grande”.

La alegría de Dios igual acampa en el catedrático que en el pastor.


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sábado, 4 de diciembre de 2010

Lo que es Elegido - Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - Pag. 189-190


En Sueño Profético hablaban de los Elegidos de Dios. Decían:

Si el hombre pensara lo que es Elegido, no decía ni pensaba ciertas palabras.

El Elegido de Dios tiene que tener contacto donde no hay muertos, aunque ahí le hicieron entierro. Tiene que estar preparado para toda clase de sufrimientos. Tiene que sentir contacto de lo que nadie puede sentir ni verlo. Dios presenta su Poder en cualquier movimiento. Te retira o te acerca, y te lleva a lo secreto, que tú tienes por secreto.

Lo que cualquiera no sufre, tú tienes que ir escondiendo. Es un caminar bien duro, y a veces de sustos grandes, porque estás viendo normal, algo que allí no hay y no está viendo nadie. Esto te alborota el Espíritu, y este alboroto pasa al corazón que es la carne, y te da palpitaciones, avisando que hay alguien.

Desperté, oí:

Decían en el ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75), que quién podía inventar: “Yo veo, oigo y siento cosas, que en la Tierra no son normales”.

Que esto, antes de los Arrobos empezar a explicarlo, buenos sustos lleva el cuerpo, sin poder a nadie contar.

En esta Enseñanza, se han presentado todas las ramas de lo Sobrenatural.

Para llegar momento de saber a todo contestar.

Después de los síntomas sentidos, viene la Divina Cultura, que escrita quedará para los siglos que el mundo dure.

Que esto es cultura para el Espíritu que nunca muere.

Porque sale de este Mundo.

Que es el que le da vida a ese, para que viva el Espíritu.


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viernes, 3 de diciembre de 2010

Querer que siempre se destaque el que lo siga - Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - Pag. 74-75-76

Quedé dormida con estas Palabras que aquí dictan y en Sueño Profético repetían:

“Señor, ¿hago mal con preferir en mi pensamiento al que más me ayuda y obedece mis palabras, que no son mías?”

Ya se oyó al que Dios le daba Mando:

“El preferir del Elegido es querer que siempre se destaque el que lo siga. Y ya, la preferencia, Dios a éste se la envía y le da el ciento por uno, como hacía cuando estaba en la Tierra viviendo de Hombre y con el hombre para enseñarle cómo no perder su Reino”.

Dijo uno de los 11 Discípulos:

“A nosotros nos nombraba el Maestro más que a muchos de Israel que podían hacer más que nosotros, no de obediencia, pero sí por los grandes capitales que tenían. Pero a nosotros nos conocían por no dejar a nuestro Maestro, Dios Hijo, ni de noche ni de día. A todo el que podíamos, al Maestro lo llevábamos, y fuimos conocidos más por el que amaba y creía que así es como hacíamos el Mando-, que por el que tenía grandes bienes guardados”.

Desperté, oí:

Tú sigue con tu misma Enseñanza y pide a Dios que sean cundidas estas Palabras.

Que en el sitio donde llegan hacen llamada y dejan al descubierto al que dice que a Dios ama.

No puedes amar habiendo hambrientos y teniendo guardado grande capital.

Es alegría grande, con rebose de Paz, el que Dios te ponga en las manos lo que tú no pensabas jamás.

El afán del Elegido es cundir que Esto es de Dios, que no es suyo.

Las pocas horas que el Elegido duerme son una afirmación de Dios que da su cuerpo.

Y también un desafío para el que no quiera Esto creerlo.

Si probaran a copiar los pasos del Elegido y el descanso de su cuerpo, uniendo a esto sus pensamientos, quedaría la duda pisada en el suelo.

Porque el cuerpo no vive sin comida y sin sueño.

Son las dos fuerzas que mantienen al cuerpo.


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jueves, 2 de diciembre de 2010

Médico del Espíritu y del cuerpo - Libro 30 - Investigaciones a La Verdad - Tomo IV - Pag. 144-145


En Sueño Profético hablaban del médico del Espíritu y del médico del cuerpo. De la enseñanza temporal y de la Enseñanza Eterna. Decían, que cómo el hombre valoraba tanto una palabra para la carne y no obedecía la palabra que era para el Espíritu, para que el Espíritu nunca muriera.

El médico del cuerpo manda quietud en una cama, el paciente paga y lo despiden contento.

El Médico de Espíritu va sin llamarlo, no cobra, y tiene que medir las palabras para no enfadarlo, sabiendo con certeza que puede curarlo.

Dijo uno:

Todas las enfermedades del Espíritu tienen cura, cuando el enfermo quiera curarse. Las del cuerpo no puede el hombre curarlas, las que cura es porque la curación ya baja del Cielo. Pues a pesar de esto, no oyes una Alabanza para Dios, cuando ya se ven buenos.

Desperté, oí:

Va el Mensaje a que se valore primero el Espíritu y después el cuerpo.

Que el Espíritu vive sin el cuerpo, el cuerpo no puede vivir sin el Espíritu.

Decían que el médico mal recibido y sin cobrar, no se había dado ese caso.

En cambio, al del Espíritu, tienes, mayoría de veces, que pedir permiso para visitarlo.

Y es alegría grande ver caras contentas por la visita que le dejaste, y que refieran: “Se ve que Dios va acompañándole”.

Tan sólo este cundir, ya buen cobro has cobrado para que sigas contento curando y recetando.

Si el Espíritu está enfermo, siempre el cuerpo tendrá algo que no puede curar el médico.


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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Quién ha visto que el rosal sea por la rosa despreciado - Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V - Pag. 13-14


En Sueño Profético decían:

Hay quien aprende lo que mal le hace y se retira de un bien que pudiera aprender. Hay quien guarda la moneda sabiendo que falsa es. Todo es falta de Enseñanza y de no dar preferencia a lo que ahí aprendas bueno. Que es la Enseñanza de Dios la que te sirve el breve tiempo que ahí estás, para ya jamás perder lo Eterno.

Dijo uno:

El hombre nunca tiene tiempo para oír hablar de Dios y de mucho menos tiempo dispone para servir a Dios. El hombre intenta irse apartando de Dios, bien con palabras y gestos bruscos o con palabras medidas y gestos de cortesía, pero es vivir dando la espalda a Dios. El hombre no quiere oír: "Dios es Dueño de todo lo visible y de todo lo invisible". El hombre no quiere que a Dios lo reconozcan (aunque sea una minoría de hombres) como a Dios en el Cielo y con Mando en la Tierra, dejando como objeto inservible y sucio al que se oponga a su mandar.

Al hombre le hace falta que Dios gritara su Mando para que lo recordaran los cultos, los rudos y los profanos. ¿Quién puede llamarle culto al que no enseñe de Dios? ¿Quién puede decirle sabio al que veneno bebió y educado al que sus palabras sean de insulto sin razón? Pues aún llevando razón, si fuiste bien educado en el Camino de Dios, tratarás con humildad al que primero insultó y ya darás Enseñanza para hacer a hombres cultos sin que prescindan de Dios.

Desperté, oí:

Tiene el hombre que verse mal para que de Dios se acuerde.

Tiene que verse vejez o enfermedad que lo deje sin poderse valer para que de Dios se acuerde.

Qué pensar con más marañas que no le deja que vea luz en la oscuridad que anda.

Hasta que el hombre no diga "sin Dios yo no soy nada" no enseñará de Dios, ni quitará la maraña.

Quién ha visto que el rosal sea por la rosa despreciado.

Pues, si en esa pequeñez, el rosal es adorado por darle a la rosa el ser, ¿cómo debes de adorar a Dios? Que en esta Palabra sobra aclaración poner.


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