En Sueño Profético decían:
Te da que pensar que, en estos tiempos, el hombre de tanto estudio y cultura, esté tan lejos del Cielo.
Te da que pensar, sin llegar a comprenderlo, el ver que el estudio y el adelanto lo practican para acabar con los cuerpos.
Te da que pensar, que toda la investigación sea para lo que queda en el suelo. Y ya, este pensar, que Aquí dictan en el Cielo, si lo lees y lo piensas, tú mismo considerarás que no empleas tu talento para recoger el fruto que Dios te guarda en el Cielo.
Dijo uno:
Éste es el pensar: «Al hombre le horroriza pensar en el cementerio, y no pone por delante: ‘Si yo no quiero a Dios, mi sitio es el Infierno’». Que esto, el hombre de cultura y talento debe saberlo.
¿Cómo Dios va a hacer un mundo para el cuerpo, y el espíritu, cuando entierren la carne, no tener sitio Eterno? Esto no puede ignorarlo la cultura ni el talento.
Desperté, oí:
Cierto que al hombre le horroriza
que le nombren el cementerio.
Y no le pone un segundo
a pensar en el Infierno.
Que el Infierno es cárcel para el espíritu
que despreció este Reino.
Aquí ya no hay defensor,
como pasa en la cárcel del cuerpo.
El que entra en la cárcel del cuerpo,
no quiso entrar.
El que entra en la cárcel del espíritu,
él quiso entrar.
Deberían la cultura y el talento
esta asignatura explicar:
cárcel del cuerpo,
y cárcel del espíritu
por una eternidad.
Piensa en el sitio de tu espíritu,
y ya, el sitio de tu cuerpo,
que lo piensen los demás.
Que eso es ropa que te dejas:
una limpia, otra sucia,
una vieja y otra sin estrenar.
¡Haz que tu espíritu vaya
a donde sale este Dictar!
***
Libro 30 - Investigacines a la Verdad - Tomo IV - C4
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