En Sueño Profético decían:
Piensa normal en la muerte, como cuando se ha ido el día y ha llegado la noche. Piensa normal en la muerte, sin meterte con la muerte. Y este pensar te hará que el pecado lo odies, aunque te quieran poner comparaciones del que vive el pecado y le aumentan los bienes.
Dijo uno:
La palabra “muerte sin aviso” debería estar en letreros y al alcance de la vista y del oído. Esto sería gran remedio cuando se hablara normal de que hay otro Mundo. Los que piensan que se tienen que ir de ése y que existe Éste, tienen vida distinta, todo te lo hacen fácil, ven la lucha que el hombre tiene por querer adornar lo de la Tierra. El que tiene contacto Aquí, ve las cosas de la Tierra para que te sirvan a ti, no para que tú estés al servicio de ellas.
Hay quien vive esa vida amarrado con cadenas, y no vive Prójimo, y todo le molesta. Es sembrador de columnas de mármol y muere sin ver la cosecha, porque no tiene brotes ni el mármol ni la piedra.
Desperté, oí:
Si la muerte se pensara sin enfermedad de espíritu, ¡cuánto bien se haría y cuánto trabajo se ahorraría!
Decían en la Gloria que al día se le recibía normal, y a la noche también se le despedía normal.
Que pensar en otra Vida te daba Paz, te quitaba trabajos, y ya te preocupaba el que a Dios no seguía.
El seguir a Dios te da alegría, te viste de Paz y la Gloria no olvidas.
Debería el hombre hablar un poco más de esta Vida.
Comparaban la vida del hombre con sembrador queriendo sembrar columnas de mármol.
Que muere sin ver cosecha, y jamás le saldrán tallos.
Esto es vida de progreso y adelanto.
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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C6
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