En Sueño Profético
hablaban del sufrimiento. Decían:
Siendo el mismo sufrimiento,
a unos les ves sonido,
a otros les ves silencio.
Silencio con oración,
y
ya achicas el sufrimiento.
Dijo
uno:
Si al sufrimiento lo abrazas,
ya no se va de tu espíritu,
y te hace que pienses
pensamientos
con
los que tú mismo te das martirio.
Al sufrimiento
tienes que abrirle las puertas,
y ya se entra Dios contigo,
y
al sufrimiento lo echas.
Esta forma de vivir
te
la aconsejan en la Gloria.
Desperté, oí:
Síguele a Dios sus Pasos,
y despreciarás sufrimientos,
si piensas en el Calvario
que
los hombres a Dios Le pusieron.
El sufrimiento,
si no es por carne enferma,
es
de espíritus malos.
Por esto, si tú a Dios llamas,
el
sufrimiento se achica y se acaba.
Con la mirada en el Cielo,
vas
pisando sufrimientos.
Coge consejo del Cielo:
Amar
a Dios y pisar sufrimientos.
Y ya vas diciendo:
“Yo amo a Dios
y a Él lo llevo de compañero,
y mire para donde mire,
Lo
estoy viendo”.
Que esto es lo que te ayuda
a llevar el sufrimiento,
hasta que Dios
su
Permitir lo retira.
Y ves que han echado el grano,
pero
no verán espiga.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C9
Con esta Oración en el pensamiento y en los labios , tienes a Dios Contento y los sufrimientos quedan arrinconados.
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