Quedé dormida pensando: “Señor,
que lo que yo vea bien, sea de Tú agrado. Consejo que no sea tuyo, quítame las
palabras y que se las arregle cada uno”.
En Sueño Profético decían:
Palabras que en ti suenan, ya han
ido antes a tu espíritu, para Enseñanza o reforma. Que éste es el sufrimiento
del que enseña con este Mando.
El que enseña con el mando del
hombre, éste no sufre. Sufre cuando ve que al que enseña aprende más que él
enseña.
El que Dios trae Aquí, pasa por
su espíritu el cliché de lo que va a llegar a sus ojos o lengua. Si así no
fuera, no sería Dios el que enseña, serían dos hombres más con saber de la
Tierra. Y uno siempre querría ser el que más saber tiene y más enseña.
Aquí pronto ves acción y
respuesta: “Esto no es mío, esto Dios manda y me enseña”. Ya no ver bien, no
aceptar y poner contra, no es al Instrumento, porque el Instrumento entrega lo
que ya ha ido a su espíritu.
El que enseña, no dirá nada que
haya aprendido de libros, aquí le verás silencio. Pero lo que Aquí le han dicho
y dictan para que quede escrito, da respeto y miedo el intentar desmentirlo.
Desperté, oí:
Es duro el caminar
queriendo entregar un bien
y no lo quieran tomar.
Pues piensa querer contar
y enseñar el mismo espíritu
todo lo que siente
y el mandar que Dios le da
cuando llega al cuerpo,
y que no busquen este Lugar.
Si el consejo no fuera del Cielo,
ya no sería Enseñanza.
Porque el hombre quita y pone
lo que le da más ganancia.
Lo que ya baja del Cielo
es Salvación en Enseñanza.
Se ha dictado el pensar
para ayuda de Enseñanza.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C5
Si quieres ver Milagros, ponte a la Sombra del Profeta.
ResponderEliminarSi quieres buen consejo, ponte a la Sombra del Profeta.
Si quieres la salvación eterna, sigue y obedece La Palabra que Dios le ha dicho a Su Profeta.