En Sueño Profético decían:
Todo
lo que no es de Dios no te da satisfacción, te da intranquilidad, desasosiego y
te deja mal sabor; mal sabor que te hace que peques más; camino que tú coges
buscando bienestar; bienestar que no encuentras mientras no dejes de pecar.
Pecar no es sólo ofender a Dios.
Dijo
una mujer:
Estando
un día unos hablando de pecado y no poniéndose de acuerdo –cada vez levantaban
más la voz–, pasó Juan y acercándose a ellos les dijo:
–No sólo peca el que Lo ofende, también peca
el que no Lo ama y puede pasar sin amarlo. Si éste no Lo ofende de palabra, lo
ofende con su indiferencia. Os diré, y no es de mi agrado, lo que un día
presencié que el Maestro le dijo a uno que creía no ofenderlo porque no oía su
Palabra:
–Si
tú quieres salvarte es para entrar en el Reino de mi Padre. Si tú a Mí no Me
oyes, aunque no Me ofendas, ya Me desprecias, y el peor pecado es despreciar la
Palabra del Padre dicha por el Hijo. Si todos hacen lo que tú haces, ten por
seguro que el que Me va a crucificar no tendrá quien se lo impida. Esto no es
ofender de palabras, es silencio de aceptación, Palabras que el hombre no oye y
Dios sabe que estás diciendo.
Aquí,
¡qué mal rato pasé cuando vi el Rostro del Maestro pálido, sudoroso y por
detrás de su Cuerpo, una Cruz!
Desperté, oí:
Pasamos
momentos de grande angustia cuando íbamos con Él y veíamos que no Lo aceptaban
como el Hijo del Hombre.
Nos
llenaba de gozo cuando se echaban a sus Pies con lágrimas y besos.
Entonces
también llorábamos nosotros.
Llorábamos
y pronunciábamos estas palabras: “Dios Padre te bendiga”.
***
Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - C5
Quién busca a Dios lo busca también en Su Palabra.
ResponderEliminarPara llenarse de Dios hace falta Su Enseñanza, sí esta no te interesa,llevas senda cambiada.