En Sueño
Profético decían:
De la Confianza en Dios viene el milagro. Y de la Esperanza
en Dios, el alimento para el espíritu, que es el que te hace que vivas para
mantener la Fe y practicar la Caridad para aquel que la necesita. La Confianza
en Dios te abre caminos, te da claridad y te abre puertas. La Confianza con la Esperanza
debería el hombre de él mismo exigírsela.
Dijo uno:
Si el hombre se lo propone vive con Confianza en
Dios y con Esperanza, y ya hace Caridad sin trabajo. Pero tiene que proponerse el
exigirse lo mismo que le exige a su lengua el silencio cuando no tienen que
sonar palabras, o a sus manos les para la soberbia. Pues igual se exige uno
mismo tener la Confianza en Dios y vivir con la Esperanza íntima de compañera.
Desperté, oí:
Cierto que la Confianza en Dios achica las penas.
Las achica y las desbarata, y ya te quedas sin
penas.
Y la Esperanza en Él te da tranquilidad y a la Paz
te lleva.
Mucho repitió Jesús a los hombres:
“Si queréis
que el sufrimiento no os mande, tened Fe y Confianza en mis Palabras”.
“Si tuvierais
Fe, veríais milagros”.
“La Fe corre
la montaña”.
Todo esto dijo Jesús cuando de Hombre a los hombres
enseñaba.
***
Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - C3
Gracias Señor por darnos Confianza y Esperanza.
ResponderEliminarQue haríamos sin Tus Palabras?
Gracias Señor! Eternas Gracias!