En Sueño Profético hablaban de esta Grandeza Divina, que el Mando va
de esta Gloria.
Decían que el que estuviera cerca
y viera la actuación de Dios en el Lugar que Él elige, y pusiera dudas, era no
creer en la Palabra que Dios dejó, que su nombre es Evangelio. Ni creyó, ni
cree, ni quiere creer.
Dijo uno:
¿Quién puede hacer que la
Comunión, –Palabra de Dios, se repite– se convierta en agua cuando el Ministro
de Dios la pone en la boca del Elegido? Y no entra en el cuerpo, sino que se
hace Presencia en agua.
Ahora mira la “Piel de cordero”,
guardando el agua, que dos días antes agua brotaba, pues sola se seca y sola
mana el agua.
El que aquí tenga contacto, ya
lleva premio, pero también está en más peligro de perder el Cielo.
El que está lejos de la lumbre,
pasa frío, pero no puede quemarse. El que está cerca, no pasa frío, pero si no
mira el bien que tiene, puede quemarse. Lo que al que está lejos no puede
pasarle.
Ministros y seglares que esto
conozcan, no tienen disculpa si viven despreciándolo. Que este desprecio es a
Dios, y aquí pueden quemarse.
Cuando des llamada, sea tu nombre
puesto antes que el habla.
Desperté, oí:
Daban en la Gloria por pecador grande
al que conociera este Caso
y viviera sin acercarse.
El que estuviera lejos,
lo comparaban con frío lejos de lumbre,
que no podía quemarse.
El que estuviera cerca,
si no tenía cuidado,
podría quemarse.
Igual que el que tiene cerca
estos Mensajes y no acude,
puede condenarse.
El pecado de desprecio
es el pecado más grande.
Tu mando no quede quieto,
vaya en avance.
Unos de los sufrimientos,
Dios ha querido que acabe.
Y otro ha sido cambio gigante,
sin intervenir nadie.
Nadie de la Tierra
y sí de la Gloria de Dios Padre.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C6
Dios lo dice y así es!
ResponderEliminarNo hay pecado mayor que darle desprecio a Dios.
El Amor y el desprecio no pueden estar juntos.