En Sueño Profético decían:
Tu tiempo sea para cundir y
escandalizar esta Grandeza hoy única, que los espíritus del mal quisieran que
estuviera callada.
Sigue un espíritu con el Mando de
Dios:
Tu presencia, cuanto más la vean,
más grande pondrán esta Verdad. Esto en la medicina, médicos y hospitales. Que
tú no te presentas para hacer curas, ni para cobrar jornales, ni para mandar al
médico, porque tú, al lado del médico, no sabes. Pero el Poder de Dios y su
Mando lo lleva tu espíritu, y este Poder hace milagros. Pero esto, El Elegido
no lo sabe. Él sabe que Dios le habla. Él sabe que Dios le habla y le manda,
pero no para que dé nada. Que él lo que da es su presencia y su oración con
estas palabras:
“Señor, que seas Tú, que no sea
yo el que se acerque el enfermo”.
Éste es el pedir que no hace el
hombre. Porque primero se pone él, y ya a Dios no Lo nombra. Por eso el Elegido
pide que salgan muchos Libros.
Desperté, oí:
¡Fuerza de Dios, que nadie puede
con ella!
¡Fuerza de Dios, que abre caminos
donde nadie espera!
En esta gran Verdad hace falta
que se dediquen a ella.
Que aquí se están quedando al
descubierto los que Dios está llamando y ellos desprecian la Llamada.
El que viva con cuerpo y conozca
a un Elegido con Mando de Dios para enseñar de su Gloria, si ahí le da
desprecio, que piense que ha perdido la Gloria.
Tu petición para las curaciones
de los enfermos son peticiones sin descanso mientras estás despierta, y al
llegar el arrobo siguen estas peticiones.
La Fe es Toldo Divino, que tapa y
destapa al Cielo Divino.
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C6
Si el Mensaje de Dios se deja sin publicar aumentan los condenados al infierno.
ResponderEliminarSi nadie nos habla de Dios ¿Como cumplir sus Mandamientos?
Por eso tiene condena mayor quien le pone barreras a la publicación.