Quería dormirme y no me dormía.
En Sueño Profético decían:
Quiere el sueño para el Sueño Profético, pero
no para el cuerpo. El cuerpo vive sin cuido porque a Dios va siguiendo. Y todo
el que sigue a Dios tiene calvario, en escándalo o en silencio. Pero no coge
otro camino, espera al sufrimiento. Busca donde hay sufrimientos y deja la
medicina de palabras y de consuelo. Palabras que ya llevan medicamento. Todo es
querer que todos sepan llevar la cruz.
Dijo uno:
Si sabes llevar la cruz, es el Amor el que te
ayuda a llevarla. Y aunque el peso sea de hierro, a ti te parece de paja y te
viene este pensar: “El que no lleva cruz, no sabe si a Dios quiere".
Desperté, oí:
Cierto que hasta que no llegue sufrir,
no sabes cuánto a Dios quieres.
Este llegar te descubre
el Amor que dentro tienes.
Y vas buscando sufrir
a sabiendas que Dios quiere
que levantes al caído
y al afligido consueles.
El que siga al Elegido,
ve que en todos sus momentos
es levantar al caído.
Caído no sólo de cuerpo,
es más caído el de espíritu.
Al de cuerpo se ofrecen,
a levantarlo, algunos.
Al de espíritu
son pocos los que se ofrecen,
por no decir ninguno.
El Elegido busca al de cuerpo,
pero antes al de espíritu.
Para esto quiere el Sueño,
para cundir lo que Dios le ha dicho.
Y ya, con este cundir,
enseña a llevar sufrir.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C7
Quién me había de decir que habrían mis ojos de conocer a un Profeta!!
ResponderEliminarQue podría leer Mensajes de Dios !!
Mayor privilegio no podría tener.
Recibir la Enseñanza de Dios sin diluir con palabras del hombre.