jueves, 27 de octubre de 2022

El desprecio

En Sueño Profético decían:

La presencia del que Dios elige, el que le acompaña ve que lleva Poder de Dios. Esto se ha visto en la enferma que está en cama, que sabiendo que no tiene cura su cuerpo, quiere la presencia del que se está nombrando, porque éste es medicamento para que el espíritu no se ponga también enfermo.

Sigue el Mando de Dios en un espíritu de su Gloria:

Esta presencia, premia y descubre al que a Dios no se acerca para pedirle ni para darle gracias si Dios le concedió lo que pidió, que su nombre, al ser concedido, fue milagro.

La presencia del Elegido hay que tratarla con cariño, porque el recibir o el desprecio que le hagan, a la Gloria llegan.

Repetían en al arrobo estas palabras: “El Elegido guarda los desprecios que le hacen”.

Desperté, oí:

Del desprecio se pasa al pago que le dan con cariño y con ingresos, que Dios, éstos, los aumenta sin secretos.

Dan desprecio porque no estudian las Palabras que Dios manda de Enseñanza, y que son las mismas que cuando vivió con Cuerpo.

Tendrían que pensar que si Dios aquí hablando está, hay que hacer el mando que este Elegido da.

Si desprecias al Elegido, de tu petición en los momentos de apuro, Dios aparta el conceder lo que has pedido.

Hace falta esta Enseñanza para olvidar el sufrir, porque sin Dios no se puede vivir.

Todos los que Esto creen, cuando están lejos, más a Dios en su memoria nombran.

Tu vivir es cundir que Dios te habla. A esto, a veces, el sufrir te responde.

Pero como es tan grande esta Verdad, nadie la puede callar.

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Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C3

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