sábado, 22 de octubre de 2022

En la alegría no puede haber silencio

En Sueño Profético decían en la Gloria:

Habiendo escándalo, no puede haber silencio. El silencio puede acampar en el sufrimiento, pero en la alegría no puede haber silencio. Esto, en alegría de la Tierra. Pues ya se puede comparar con la alegría del Espíritu que tiene Mando del Cielo, con el título Divino que su nombre es Evangelio. El que diga que esto calle, que no mire para el Cielo como no sea mirada pidiendo perdón por el mal consejo que iba en contra de Dios.

Dijo uno:

Todo lo que Dios habla y manda, es para todos. Luego, que cada uno ponga sus palabras donde vean que van a mandar a Dios más glorias y a quitar sufrimiento. Que el que no ama, no sabe qué hacer para negar esta Existencia, que de Aquí sale la vida que vida todo tenga.

Desperté, oí:

Decían en la Gloria

que el sufrimiento podías callarlo,

pero la alegría de ver a Dios

y darte Mando,

el que quisiera silencio,

no creía en este Mando.

Escándalo con alegría

es obediencia al Mando.

Si así no fuera,

no sería Dios

el que estaba hablando.

Sería un escritor más,

más bueno o más malo.

Pero qué escritor haría,

día a día, un escrito diciendo:

“Esto no es mío,

es escrito al dictado”.

Que el Dictado

sale de la Gloria de Dios

con su Mando.

Unas veces dice:

“Yo soy Dios Hijo”.

Y otras veces da su Mando.

Pero todo es Dios hablando.

Si piensas estas Palabras,

ayudas a dar escándalo.

Tus palabras con tu presencia

hacen pensar al hombre

bueno y al malo.

En el bueno crece lo bueno,

y en el malo hace que vuelva camino

y a Dios Lo llame con llanto.

Esto es el mal que hace el escándalo

en este siglo de progreso y adelanto.

*** 

Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C4

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