En
Sueño Profético decían:
Se ve
más que aquí habla Dios por las fuerzas que se ven en el Elegido, por cómo todo
lo recibe con Paciencia y Amor.
Dijo
un espíritu de la Gloria:
La
paciencia sola no puede llegar donde llega la Paciencia con Amor de Dios.
La
paciencia sin Amor de Dios, puede coger camino de compasión y llevarte al
camino malo.
Al que
elige Dios, en todo lo ves diferente, porque lo ves pisando Tierra, pero su
espíritu vive con Dios. Este espíritu tiene dos viviendas: una, el cuerpo.
Otra, la Gloria. El que no es Elegido, sólo el cuerpo tiene de vivienda su
espíritu. Si esto muchos lo pensaran, verían en la forma de vivir del Elegido,
la Fuerza que Dios le daba. Y es que sin esta Fuerza no saldría en público esta
Grandeza.
La
Virgen, siendo la Virgen, tuvo mucho que sufrir. Si haces este recuerdo, tú ya
no tienes sufrir.
¡Es
pena que la Gloria la vean pocos y que Dios sufra por querer que todos la vean!
Desperté,
oí:
Se van
a seguir diciendo las Palabras que se decían en la Gloria para que más
recuerden a Dios:
“Señor,
Quiero que me des mando. Pero Te pido, Señor, que me castigues si no lo hago”.
“Yo ya
no puedo vivir si no vivo para tu Mando”.
Son
pocos los que esto piden con espíritu y cuerpo entregados.
Estas
son peticiones que en la Gloria han dictado para que el que quiera las aprenda.
El que
las aprenda y las practique vive libre de pecado.
La
noche se hacía larga pensando en la mañana.
Para
leer el Mensaje que tanta alegría me daba.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C7
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