En Sueño Profético hablaban de
inteligencia en lo material y de torpeza en lo del espíritu.
Ponían las dos
culturas, y en las dos te comparaban: una, corta y sucia. La Eterna te la
nombraban con limpieza y sin fin, Vida que nunca se acaba.
La Cultura del
espíritu más la practica el que cultura material le falta.
En la Cultura
del espíritu, la Luz Divina son las letras, y esta misma Luz te hace que leas
párrafos, que luego estos pasan a tu lengua, para que Cultura otros también
tengan.
Esta Luz Divina,
cuando se presenta, queda sorprendido el culto de la Tierra.
Dijo uno:
El intentar
pillar mentira que fuera, si esto es de Dios, ¿qué pueden pillar en estas
Sentencias?
Sería mucho
más fácil que la tortuga a la liebre cogiera en una carrera.
Esto es una
comparación para que el culto algo entienda.
Al rudo del
campo nada le compares. El lee letreros de algo que llega a su inteligencia, y
verás que a Dios en todo Lo nombra.
Desperté, oí:
Lo nombra en
el pedir, que lo que pide es para otro.
Lo nombra en
dar las gracias cuando ve el año bueno.
Lo nombra
cuando ve a los animales, cada uno alimentado de lo que nadie da cuido ni tan
poco lo han sembrado.
Estos hombres,
queriendo a Dios la mayoría, y muy escasos no queriéndolo, tienen siempre una oración
dentro de su pensamiento:
¡Señor, manda
agua!
¡Señor, pon
las nubes en el Cielo!
¡Señor, detén
el agua hasta que el trigo esté en el granero!
De esta
petición se aprovecha el que no cree en el Cielo.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C4
En el mes de julio pasé por Castilla y había tantos y tantos kilómetros de terrenos ya segados,los fardos de paja se contaban por cientos y cientos
ResponderEliminarQuién si no Dios puso el trigo maduro y las fuerzas de los hombres para ir recolectando?
Quién a Dios no lo vea en trigo,en el aceite ,en el vino.. es que está ciego de espíritu.
Vivan las gentes del campo!!! Si a Dios lo llevan consigo.