En Sueño Profético
decían:
Dios no obliga, manda, y al final se cumple su Mando: “Por vuestras obras os conocerán”. Estas
Palabras, Dios en la Tierra las dijo, las repitió muchas veces y mandó que
sirvieran de defensa para el que a Él Lo seguía y para el que no quería ser engañado.
No puedes vivir de compañero con el bien cuando tú seas malo, porque ya tienes
tú mismo la guerra: hoy hago algo bueno, mañana toca hacer algo malo.
Dijo uno:
Estas últimas palabras que hasta aquí lleva el Dictado, son
palabras que jamás puede pensar el Portavoz de Dios. Éste piensa:
Ayer no hice nada malo.
Mañana lo mismo haré.
Hoy tengo que continuar.
Hasta que Dios me dé vida,
estoy al servicio de Él.
El que esto piense y lo viva,
es Dios el que vive en él,
es Dios quitando al hombre
lo que quisiera esconder.
Las obras de Dios
siempre tienen la misma medida
y el mismo peso:
el Amor, para el espíritu;
y el sustento, para el cuerpo.
El bien que haces
sin que nadie el bien
te vaya exigiendo,
esto es fruto de árbol
que nombra el Evangelio.
Desperté, oí:
Es la obra la que grita
a la Llamada de Dios.
Es el árbol el que el fruto
silencio le pone al “no”.
Hay grande diferencia
de vivir Presencia de Dios,
a vivir sin su Presencia.
El que vive la de Dios,
el árbol le da cosecha,
y ya sin hacer preguntas,
la fruta da la respuesta.
Si el fruto es abundante,
lo tienes que ver por fuerza.
***
Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C6
Se conocen por los frutos los árboles de la tierra
ResponderEliminarLos frutos del Elegido los reconoce cualquiera, Amor al Prójimo,Paciencia,Perseverancia y Entrega a Dios en total Amor y Obediencia