En Sueño Profético decían:
Si das la limosna, pon primero
caridad. Si das tus palabras, pon primero caridad. Si te busca el que pecó, pon
primero caridad. Si caridad no tienes, tus palabras no servirán de bálsamo en
grande o chica herida. Si caridad no tienes y te busca el que pecó, puede que
vuelva a seguir pecando. La caridad viene de Dios.
Dijo uno:
Yo vi darle unas monedas a un
pobre que pedía llorando en la puerta de una iglesia cuando veía a algún hombre
vestido con buen traje de caballero, que él, para pedirle, lo nombraba “señorito”.
Pues este hombre le dio las monedas y lo quiso avergonzar porque lo conoció
cuando tenía dinero y su mal vivir le hizo verse de mendigo. Esto lo sabían
allí, en aquel pueblo, una minoría. Llegó otro a darle la limosna, y quiso el
pordiosero aclararle las palabras que le había dicho en público el que daba
limosna pero le faltaba caridad. Pero éste lo calló diciéndole. “Es Dios el
único que tiene que juzgarnos a ti y a mí. Yo te doy la limosna por Él, pero
sin derecho a avergonzarte”. Se fueron parando algunos de los que entraban y de
los que salían, y le reunieron un dinero para que pudiera vivir vendiendo cosas
de tiempos pasados, que éste fue antes su vivir.
Desperté, oí:
Aquí te da la Enseñanza
el saber que sin caridad
no llega a Dios la limosna.
Llega tan sólo al pordiosero,
ahí se queda, y Aquí no pasa
el que ahí le decían bueno.
El pedigüeño, primero,
fue hombre que se robaba el dinero,
él mismo haciendo pecados.
Y su gran remordimiento
lo hizo un hombre bueno.
Y ¿por qué Dios no hacerlo Santo?
Tan sólo en las iglesias
ponía la mano llorando.
Y luego se entraba dentro
y a Dios Le decía llorando:
No debes perdonarme.
Perdona, si estoy pecando.
***
Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C6
No hay traje más elegante que la Caridad de Dios
ResponderEliminarY no hay gesto más deplorable que el que dió la limosna con un látigo en la boca
Que Mensaje más bonito!