En Sueño Profético hablaban del Amor Divino, de la Fuerza que junta este
Amor. Decían:
Este
Amor, el que lo siente, tiene presente siempre a este Dios. A los pocos que
este Amor sienten, los muchos que no lo sienten, les dan el nombre de “locos”.
Dos
dijeron –y parecían la misma voz–:
El
amor, cuando es de vida material, y es un amor sano, este amor irá creciendo al
transcurso de los años, y nunca te taparás de decir: ese amor sano.
Rápido
vi a una mujer con un niño en brazos, y a un hombre. Y dijo uno:
Si a esta mujer le exigiera el hombre,
que al hijo que tiene en brazos
le demostrara desprecio
y le diera malos tratos,
si a esto obedecía,
ya
Dios la estaba apartando.
En cambio, si le da amor,
y siempre lo adora acunado,
a más rebose este amor,
Dios,
premio le irá mandando.
Pues si esto es en la Tierra,
y Dios no manda callarlo,
¿cómo puedes tú sentir
este
Amor y no expresarlo?
Ha habido grandes hombres,
y han estado enamorados
de este Dios que mucho nombran
y pocos quieren,
y al sentir este Amor,
han cambiado sus vidas,
han cambiado sus rasgos,
han cambiado la forma
de vida que han llevado;
han pregonado en silencio
que
a Dios sienten a su lado.
¡Todo es sentir a Dios!
¡Todo
es que sea amor sano!
Mucho
hay escrito de Teresa de Ávila, pero poco es para el Amor que ella sentía en
sus Comunicaciones.
La
pluma no escribe nunca lo que tú sientes, al oír de Aquí del Cielo, y quisieras
que todos sintieran lo que tú estás sintiendo.
Desperté, oí:
Nadie puede callar,
cuando
amor sienta en la Tierra.
Cuando sea un amor sano,
el
amor que todos vean.
Cuando sea Amor de Dios,
que
Dios manda que se quiera.
Pues cuando sientes Amor,
de Amor que sentía Teresa,
tú no callas este Amor,
aunque
sepas que vas presa.
Si sientes como Agustín,
aunque sepas que te acechan
para reírse de ti,
Amor
gritando no dejas.
Esto de sentir Amor
y quedar como cualquiera,
o no es verdad lo que sientes,
o
sientes estando muerta.
¡Qué estampa la de la madre,
que
quieren que amor no sienta!
Pues más fácil es callar a la madre,
aunque muriera de pena,
que
callar al que Dios le hable.
El que sienta este Amor,
no
calla y forma guerra.
Y el que a callar lo mande,
es
pena que Amor no sienta.
¡Si sientes Amor de Dios,
no
callas, como Teresa!
***
Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - C5
El Amor no es una palabra cualquiera,es palabra Santa que se debe de pronunciar solo cuando Dios da la venia.
ResponderEliminar