En Sueño Profético se oían estas palabras:
¡Qué distinto es vivir con la Presencia de Dios en tu
pensamiento, a vivir sin acordarte de Dios, de sus santos y de su Reino! Es
distinto el vivir porque todo resulta hueco, sin esperanzas de conseguir lo que
pides para tu cuerpo cuando lo sientes enfermo.
Ahora compáralo con el que la Presencia de Dios
siempre la está viviendo: no le pone nada triste y achica los sufrimientos. Si
en su cuerpo siente algo que quiera darle tormento, llama a Dios y Dios le
manda Medicamento. Que el Medicamento de Dios es la Fe y la Esperanza. Y ya
achicas lo que otro ve muralla, sin poder llegar a ella ni derrumbarla.
También hablaban de tener ayuda, pero ayuda de la que
Dios manda. Que esta ayuda sólo la da el que a Dios ama.
Desperté, oí:
Con esta fuerza que el espíritu lleva al cuerpo, ¿quién
podrá callar este Evangelio que Dios hoy está diciendo?
Que éste es el sufrir del Elegido cuando oye sin
prisas el llevar Esto por todo el mundo.
Tiene que llegar el momento de pedir Perdón por todo
lo mal que han hecho.
Ya es milagro que no puedan llegar a lo que Dios manda
del Cielo.
El Poder de Dios siempre queda por encima de todo.
El que oiga los Mensajes, ya es árbol sin aire si se
retira y de Esto no le habla a nadie.
El árbol necesita el aire, y el espíritu estos
Mensajes.
Sentir la Presencia de Dios rompe el silencio.
Que es lo que Dios al Elegido le pide, que publique
que Él manda que rompa el silencio que el hombre quiere.
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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C4
El que lea los Mensajes que piense si su vida la ha cambiado.
ResponderEliminarSi la cambió para bien, es de justicia que se lo diga a otros para que cambien también.
Callar viendo abiertos Los Cielos, puede que algún día te veas sin poder entrar en Ellos.