viernes, 23 de julio de 2021

La Obra de Dios

En Sueño Profético decían:

Creer es buscar, y cuando buscas, encuentras, porque el creer lleva a recoger Mando de Dios, que hace falta en la Tierra.

Dijo uno:

Hoy se ha visto el Poder de Dios premiando al hombre.

El que aquí ponga su nombre agrandando esta Verdad, es Premio que el se premia, que Dios lo deja premiar.

Todo el que siga estas Palabras para que puedan premio alcanzar, ya se está él mismo premiando en la Tierra, y en el Cielo ruegan para que siga a Dios sirviendo cuando sea para dar a conocer al que en el Prójimo vive dando alimento de espíritu y de cuerpo. De espíritu, da Paz al enfermo. Y de cuerpo, da de comer al hambriento y levanta al caído que por falta de caridad dejan en el suelo porque hizo vida de desprecio para el que lo conocía.

Dios quiere que conozcan a los que por sus obras siguen su Mando y sus Pasos. Éstos, antes de terminar un Mando, ya están pidiendo otro. Si no hacen este Mando no enseñan a buscar ovejas perdidas, que se encuentran sin Pastor y sin Pasto.

Desperté, oí:

Lo que piden para el que Dios elige, no lo piden para el hombre. Si piensas, ves que lo piden para la Obra de Dios.

Y si Dios ya lo ha premiado dándole Mando, el hombre debe seguir su camino y sus pasos.

Si te sobra tiempo, coge el tiempo para lo que haga falta, pero primero que sea el tiempo para dar a conocer tu vida, porque Dios quiere que se oiga en público como hoy Caso único.

Hoy Dios hace presencia, pero cuando fue elegida buscaba la miseria sin saber que sería elegida.

Pues si el hombre premia la vida de este Elegido, más que premio es justicia con ansiedad y alegría.

Que esto hace falta para no perder la vida del espíritu, que es la que mantiene el cuerpo del pobre y del rico.

Pídele a Dios que retire cansancio y que te llegue descanso.

Mañana será otro día que te darán alegrías.

Esto lo dice la noche y lo dicta el día.

Día y noche están unidos, aunque el día tiene sol y la noche es toda oscura.

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Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C3

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