En Sueño Profético decían:
Tu oración abre caminos y quita
obstáculos que el que no ama pone. Tu oración es ir pregonando que hay que
hacer lo que Dios quiere. Que lo que Dios quiere es que nadie se condene, que
se tengan compasión los hombres, y que al que te hizo mal, si nombró a Dios, lo
perdones. Que tus sobras Dios quiere que sean para el que comida no tiene y el
hambre puede llevarlo a lo que no quiere.
Dijo uno:
Si el que tiene más de lo que
necesita fuera al Prójimo todos los días, llamaría a Dios y Perdón pediría.
Dios, si no fuera Dios, con su Poder no necesitaría al hombre, pero ya sería
actuar como el hombre, no como Dios. Dios se hizo Hombre para enseñar al hombre
a amarse. Que esta Enseñanza puso la caridad lo primero. Dios no pide otra cosa
que amarse, que busquen a Dios y que rueguen por el pecador.
El día pasado –el que dejó sitio
a la noche– tuviste alegrías que no esperabas. Aquí la duda vuela sin alas.
Desperté, oí:
Nombraban en la Gloria que la
oración del Elegido tenía fuerza de Amor, con crecimiento cada día.
Y es que la obra es cada día más
conocida.
Que la obra es la que lleva el
contacto a la Gloria.
Tu nombre ya es conocido, y cada
día más escándalo dará.
Esta alegría el sufrimiento
acorta.
Para el Elegido es alegría, y
para el que sirve a Dios, premio de Gloria.
También pueden publicar que no
hay otro caso igual a éste.
Que esto se ha dicho ya muchas
veces.
Que lo justifican las pocas horas
de descanso que el cuerpo tiene.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C2
Que poquito pide Dios, con compasión y con Amor se camina hacia el Cielo.
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