jueves, 22 de julio de 2021

Sin creer no puedes dar el amén

En Sueño Profético decían:

Para comprender tienes que amar. Y para amar tienes que creer. Sin creer no puedes dar el amén.

Estas palabras son las que deberían aprender los que están más cerca del Elegido.

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

El que oiga estos Mensajes y esté cerca del que Dios Aquí trae, si cree, lo dirá la obediencia y el Amor que al Elegido le demuestre. Este Amor tiene Mando en la Tierra. Pero una vez que el cuerpo queda sin vida, y el espíritu no puede hacer nada porque es Dios el que lo trae a su Gloria, o lo manda a la profundidad y ya tiene el mando de Satanás, aquí, ya, el que Dios le da Mando, no puede hacer nada, porque éste no creyó en lo que Dios al Elegido le mandó.

Yo creo que creer, creer, son pocos los que creen. Y aquí pronto Dios tiene que prohibir que se admita una palabra que le haga contra al que Dios trae a su Gloria.

Desperté, oí:

No puede Dios permitir que, el que trae a su Gloria y le da Enseñanza, sea, sin Amor, tratado.

Decían que para comprender tienes que amar.

Y para amar tienes que creer.

Sin creer no puedes dar el amén.

Que estas palabras son las que deberían aprender los que más cerca del Elegido estén.

Tenían en la Gloria diálogos que aquí no dictan para que el Elegido no sufra.

Decían que si se pensara en cómo se comporta el Elegido y en el responder que le daban, no se movería la balanza.

Por ser el responder vacío, como pluma que pesaras.

Que esto se puede ver en tantos como trata dándoles esta Enseñanza, y qué pocos dicen amén.

El que Dios trae Aquí, ¡cuánto bien hace!

Y el hombre, ¡qué mal responde!

Hasta que Dios el Permitir retire, que ya se está su tiempo cumpliendo.

Pero las alegrías están creciendo. Que podrían crecer más si no hubiera sufrimientos.

***

Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C3

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