domingo, 31 de agosto de 2025

Yo también soy Elegido

En Sueño Profético decían:

El Mando de Dios lo recibe primero el que Aquí trae Dios. Y una vez que el Mando llega a la Tierra, el que lo recibe tiene que tener discípulos que este Mando lo cojan con alegría, sabiendo que el Mando es de Dios. Esto lo pueden comprobar cuando el Elegido manda Mando, porque siempre sale bien.

Dijo uno:

Las palabras que hoy se han oído dichas por el discípulo que está a larga distancia y que no deja pasar hora del día sin hablar de estas Divinas Palabras dichas en Gloria, si tu mando no lo cogen, hoy no se oyen en público y para ti hubiera sido un gran disgusto.

Mañana que siga tu Mando, y el que no lo vea bien, aunque diga que te cree, miente. Porque creer es obedecer, y antes de que oigan el Mando deben decir “yo lo hago”, porque este Mando es Dios el que lo está mandando, unas veces con Palabras y otras con el sentir que, al espíritu, de Aquí le llega.

Desperté, oí:

Si tu Mando lo cogieran creyendo de donde viene, todo sería alegría, porque pensarían: “Yo también soy Elegido”.

Es gran descanso el dar Mando y ver que lo hacen contentos y cantando.

Esto es Amar y creer.

Jesús repetía a sus Discípulos: “Si Yo no hago el Mando de Mi Padre, no os Mando Yo”.

“Hacer Mi Mando es creer que Yo soy Dios Hijo”.

“El que no lo haga verá la diferencia que Mis Palabras tienen con el que Mi Mando haga”. 

Pues si Dios habló así al hombre, el Elegido tiene que seguir Su Enseñanza.

Pensamiento que te llegue para cundir estas Palabras, busca donde el Mando lo hagan.

El que Esto crea, no puede hacer lo que él quiera.

Todo lo que sea para escandalizar este Caso, hoy único, no dejes para nada el tiempo que aquí haga falta.

Dios da el ciento por uno a los que están contigo.

Que ha veces les hace pensar: “Esto, a mí, cómo me ha venido”.

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Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C2 

miércoles, 27 de agosto de 2025

La constancia

En Sueño Profético decían:

La constancia alcanza más que las promesas. La constancia olvida las promesas. Las promesas esperan, cumplen, y mayoría de veces no sigue la constancia a la promesa cumplida.

Dijo uno:

La persona que es constante va aclarando misterios, va llevando la verdad y tienen que ir diciendo: “es que su constancia es sin igual”. Hay personas buenas que no las tienen por buenas porque constancia les falta. Esto, en las cosas de la Tierra. En lo Divino, es constancia con Amor, es deseo de vivir siempre el camino que dan las Reglas de Dios. La constancia, cuando es voluntaria, enseña y arrastra a que otros la vivan. La constancia es palabra que no va dicha en lo mal dicho. Mucho repetía Jesús a sus Discípulos:

Sed constantes en llevar mis Palabras y en dejar selladas las buenas obras, que sin constancia no hay Enseñanza. Cuando practiquéis la constancia, verán que sois mandados por Mí y os sellarán con el nombre de cristianos”. 

Desperté, oí:

Vuelve el espíritu a la materia con la palabra cristianos.

Fue Dios de Hombre quien dijo a sus Discípulos:

Sed constantes en llevar mis Palabras y en dejar selladas las buenas obras, que sin constancia no hay Enseñanza”.

Dijo tanto Dios de Hombre, 
que el hombre hoy no sabe 
que si hubiera que escribirlo 
no habría papel ni hombre.

Por eso a los Elegidos 
Dios los manda, 
para que quede y escriban 
algo que vivan, 
para que el hombre compruebe.

Algo que vivan sin cuerpo 
y sin el mandar del hombre.

Hoy ha sido la constancia 
la que se presenta al hombre.

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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C8 

martes, 26 de agosto de 2025

El Permitir de Dios debería el hombre pensarlo

En Sueño Profético decían:

¿Cómo no verá el hombre dónde la Fuerza de Dios se encuentra?, que es su Mando, y que este Mando lo cumplan con alegría y sin protestas. Si existieran protestas, se presentaría la duda, pensando: “Esto es de la Tierra”.

No puede haber Mando de Dios, ni con protestas, ni con dudas, ni con tristeza.

El que Dios elige, siempre se guarda por dentro palabras que no las dice. Porque el decirlas sería contentar a los demonios que en contra de Dios actúan.

El que Dios elige para enseñar, antes de hablar, con su actuación y aceptación, ya va enseñando.     

Dijo uno con Mando de Dios:

Tu mando sea sin miedo y con más mando.

¿Quién mejor que el que Dios elige puede dar mando? Él verá cómo está el Cielo antes que llegue nublado. Nublado, no de las nubes. Nublado que nadie ve como Dios no le dé Mando.

Se va a poner comparación para que piensen si este Mando es del Cielo o de la Tierra:

El animal más manso, que su cría delante tuviera y se la quitaran poniéndole otra, ¿crees tú que le daría cariño y calor como a los hijos que le quitó el pastor? –suponiendo que fueran corderos–.

Pues si esto no fuera de Dios, el Instrumento no caminaría con Amor a Dios, contento y viendo, en el sitio de su cría, otra cría puesta.

Desperté, oí:

El Permitir de Dios debería el hombre pensarlo y estar en oración para el sufrimiento achicarlo.

Daban en Gloria más alta puntuación, a aceptar con alegría este Permitir de Dios.

Permitir que da Enseñanza, como la Virgen Madre, que todo lo de Dios Hijo aceptó.

Si te acercas un poco a Dios, ya podrás valorar este Permitir de Dios.

Este Mensaje sea dicho o prohibido donde el Instrumento quiera.

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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C8 

lunes, 25 de agosto de 2025

Él sabía que era pecado

En Sueño Profético hablaban de varias cosas diferentes, pero todas eran Enseñanza para saber lo que era pecado, lo que era más pecado y lo que era el mismo Satán.

Dijo uno:

De éste van los pecados y a éste le llegan, porque son por él mandados. 

Hay quien por disculparse dice: "Él sabía que era pecado", y hay quien tiene más fuerza y de Dios va alejando al que hace pecado. Pues en éste que lo aleja crece doble pecado. Pongamos una comparación con lo humano para entenderlo:

Si llegas a una botica pidiendo algo que mate y te declaras diciendo que es para ti, y el boticario te lo vende, seguro que va a la cárcel. Porque él tiene más culpa que el que quería envenenarse. Pues en el pecado tiene más condena el que ofrece el pecado para que más pequen, por ser éste un enlace de Satanás, que el que peca y no cumple, si no hace que pequen los demás.

Desperté, oí:

No quedas bien con Dios si dices "él sabía que era pecado" y lo dejas pecar.

Es boticario que vende veneno sabiendo que el comprador se va a envenenar.

Aquí no tiene disculpa aunque digas "él sabría por qué se quería matar".

Esto en las leyes del hombre.

En las de Dios tu deber es quitar de pecar.

Puede que uno vea la piedra y otro no vea el mural.

Puede que uno note que lo tientan y eche el paso hacia atrás, y otro no se dé cuenta hasta dejar de pecar.

Hay que estar preparados con la reserva de Amor.

Y puede que seas tentado y no llegues a pecar.

Pero el que vende el pecado o el que no quita de pecar que sepa que le está haciendo servicio a Satanás.

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Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

viernes, 22 de agosto de 2025

El Santazo del pueblo

En Sueño Profético decían:

Ya tiene premio de Dios el que acepta lo que Dios dispone.

Si todo lo que va de Dios se aceptara convencido de que Dios lo quiere, se sentiría el consuelo de Él.

El hombre, mayoría de veces, quiere superar el Mando de Dios, y aquí le viene el fracaso.

A los Santos les llaman Santos, no porque tengan diferencia de otros hombres, los Santos es que viven la aceptación de esta Gloria: ya viven sin Libertad aún teniendo materia; por su Amor a Dios han aceptado todo lo que Dios ha mandado, sin replica y sin pedir cuentas a Dios; y lo que Dios ha permitido lo han aceptado sin violencia, y han pensado en el sufrimiento de Dios, y se han unido a su sufrimiento; han puesto todo en Manos de Dios y han enseñado este Evangelio. Esto es el vivir de los Santos que viven ya Santos ahí.

Dijo uno:

Esto que aquí refiero con el Mando de Dios, fue contado por mi padre, al que conocían como “El Santazo del pueblo”:

Decía que vio condenarse a uno por querer ir en contra del Poder de Dios; y que a otro, por aceptar la Voluntad de Dios, lo vio con grande fortuna. Eran dos que tenían unos terrenos sembrados, y que estaban preparándose para la siega cuando empezó un fuerte chaparrón en el que caía piedra. Este que se condenó ofendía a Dios a gritos. Y el que tenía la misma cosecha y en el mismo sitio dijo:

   –No siento la pérdida del trigo, siento el Sudor de Sangre de Dios Hijo, que con tus ofensas caerán sus gotas –y se tapó sus ojos para no verlo.         

Dicen que, cuando pasó la nube, fueron dos cuadrillas de hombres a ver dónde estaba el trigo para segarlo, y que fue tal la impresión, que allí manaban las conversiones. Las espigas del que aceptó la nube de piedra estaban derechas y secas; y las de la linde –las del amigo–, tumbadas, vacías las espigas y el terreno lleno de piedras, que jamás serviría para más siembra.

Desperté, oí:

No vio sólo este milagro
el que amaba a Dios del Cielo.

Fue todavía mayor:
en un poco de terreno
la Mano de Dios se vio.

Tenía una sementera
sin haber nadie sembrado.

¡Ni era el tiempo siquiera!

Lo hicieron los labradores
que labran desde la Gloria.

Lo hicieron sin el arado,
mientras la nube caía,
cambiando el trigo a otro lado.

Con dos hombres sólo basta
para que cojas ejemplo
de aceptar lo que Dios manda.

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Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I - C5 

jueves, 21 de agosto de 2025

El Infinito

En Sueño Profético hablaban del estudio que el hombre hace para llegar y saber del Infinito, y de lo sencillo que lo ve el que a Dios ama.

Comparemos al niño, al hombre de edad provechosa, y al que sus años se presentan con la palabra “anciano”:

El niño, nunca, por más que el hombre invente, podrá dejar de ser niño, hasta que Dios lo dé por hombre.

El que ya es hombre y está dando el provecho, por más que se esfuerce, pronto dejará de dar utilidad.

Y ya, la vejez, tienes que ponerla con el niño.

De las tres etapas del hombre, una es nada más de la que él dispone. Si piensas en las tres, ésta es una cortísima de tiempo en la vida de materia.

Pues si piensas en la edad provechosa, no merece la pena esa ansiedad que pone el hombre en querer investigar, pues para la Vida Eterna es andar camino adelante y después quedar atrás. Al infinito no llega el hombre por ser hombre. El Infinito es el sitio del Amor, un sitio que es para todos sin hacer investigación.

Desperté, oí:

Este Mensaje te hace
que pienses en la ansiedad
de querer ser en la vida, 
y que piense en el final.

¿Cómo Dios dejar al hombre
que camine por los sitios
sólo por investigar?

Si el hombre buscara a Dios,
todo podría alcanzar.

Pero tienen que enseñarle,
desde chico, el Amar. 

Y cuando ya sea hombre
de provecho, este Amar.

Y cuando llegue vejez,
se encontrará en un empiezo,
que el hombre llama final.

Esta es la investigación
que debe el hombre enseñar.

Y no que vive luchando,
una lucha sin final.

Que antes lucharon otros,
sin Infinito pisar.

Dedica siempre tu vida
al que la vida te da.

***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - C7 

lunes, 18 de agosto de 2025

Señor, que tu Amor me crezca

En Sueño Profético hablaban dos mujeres. Ya una subió la voz con estas palabras:

¡Que falta hace que mucho se hable del Amor a Dios! ¡Qué falta hace que el hombre ame!

Aquí refiero yo un hecho por si sirve de Enseñanza. Es el hecho de aquel día que juntas fuimos por agua:

Estando yo llenando el cántaro, tenía yo esta conversación:

   –¿Qué haría yo para que nunca se me quitara este Amor tan grande que siento por Dios? Hay veces que siento miedo; hay veces que digo no, no quiero lo que en la Tierra pudiera robarme tu Amor. Esto hay veces que me pone apenada, pero antes de quedar vacía mi imaginación, otra vez me viene: “¿Qué haría yo?”. Estando en este relato, fue cuando tú miraste para atrás y el Maestro estaba con los Discípulos a dos pasos. Esto se oyó de Él:

   –Mujer, con no querer de dejar de amar, ya no te dejará el querer. El querer es la Fuerza de mi Padre, que es el Dios que ahora ves. Cuando llegues a tu casa, suelta el cántaro y busca para enseñar a Amar. Todo el que beba de ese cántaro, no querrá dejar de amar, porque de Amor lo has llenado. ¡Anda mujer…, y enseña al hombre a que viva sin pecado! 

Despierta, oí:

Este arrobo es de Amor, 
y luego es de Enseñanza.

¡Qué Amor tiene esta mujer, 
que sufre por no perder 
el Amor que está aumentando!

Tan sólo con desear, 
ya Dios le manda su premio:

Que sirva su inteligencia 
para pensar en el Cielo.

Antes de ocupar el sitio 
las cosas de la materia, 
otra vez ella decía: 
“Señor, que tu Amor me crezca”.

Dios se presenta en la fuente 
y de Amor a ella la cubre.

La manda para que vaya 
hablándole a los hombres.

Hablándoles de Dios Hijo, 
hablándoles de Dios Padre.

Y el cántaro se lo llena 
de lo que no lo ve nadie.

Que luego ya lo verá 
el que quiera a Dios Padre.

Que allí veían al Maestro, 
y en el Cielo era el Padre.

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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - C3

domingo, 17 de agosto de 2025

Fe y Bendición

En Sueño Profético decían:

Si la Fe vive contigo, no dejes que la Fe se vaya. Porque la Fe, si la cuidas, 
siempre te dará ganancias. 

La Fe siempre acerca a Dios. La Fe es una Palabra que debe de ir delante 
de la petición.

Pedir sin poner la Fe delante es petición a los hombres, que puede que no sea buena o que no puedas alcanzar aquello que tú deseas.

Dijo uno:

A Dios tienes siempre que pedirle con Fe y aceptación. La Fe te ayuda a vivir, y la aceptación más te acerca a Dios. Y ya te viene el pensar: “¡yo qué sé lo que es mejor!”.

Aceptar es devolver un Amor mayor a Dios. No digas yo tengo Fe, si no hay aceptación.

Desperté, oí:

Era la palabra Fe
la que llenaba la Gloria.

La Fe mueve la montaña.
Esto Dios Hombre aconseja.

¡Qué cierto que la palabra Fe
no va en lo que Dios no manda!

Fe y Bendición
no pueden ir a otro sitio
sin ser Camino de Dios.

Abraza la Bendición
como algo de tu cuerpo
que Dios del Cielo mandó.

Como la carne que une
sin ley de separación.

Ya la Fe te da la vida
y llega la aceptación.

***

Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C5 

martes, 12 de agosto de 2025

Esta Enseñanza es Luz Divina

En Sueño Profético contaban una Enseñanza que Dios Hombre les dio a su Discípulos y a otros que también Lo seguían:

Pecará menos, el que Me conozca y siga mi Amistad, y si Me sigue, no hará pecado, verá mal hecho todo lo que Yo digo que está mal hecho, y él no lo hará, por quitarme a Mí sufrimiento; contestará, sin pensarlo, cuando le digan que si me conoce: “¡Si, yo voy con Él para aprender lo que es de la Tierra y lo que vale en el Cielo!”; no podrá tener amistad con quien a Mí no Me conozca, porque tiene que oír hablar mal de mi Padre, que es hablar mal de Mí; o que no Me nombren, y ya acepta indiferencia, que es no creer que soy Dios. Sufrirán los que Me siguen por Amor, cuando oigan que no está bien dicho mi Mandato, e intentarán llevarse la cordera que anda perdida, a mi Rebaño”.

Ya nos puso a todos de pie para seguir andando y dijo:

Pensad, que lo mismo que vosotros estáis a un palmo de Mí, han podido estar otros. Aprended e ir enseñando a “los lejos”, que es mandato que mi Padre dice en Mí, y Yo Lo dije primero, antes de a la Tierra venir. Que no queden mis Palabras como siembra de la que no sale tallo, que entonces estaréis ya pecando. Esta Enseñanza es Luz Divina que alumbra al hombre que esta Luz quiere. El que la desprecia, verá con la luz de las tinieblas”.

Desperté, oí:

¿Qué se puede más decir, 
que este grandioso Evangelio?

Si leyéndolo, practicándolo y enseñándolo, 
dejas al pecado muerto.

Es sufrimiento de sangre, 
de sudor y de calvario, 
el ver cómo habla este Dios, 
y el hombre sin escucharlo.

¡Hombres que andan y ven, 
y le dan a Dios maltrato, 
por dejarlos Dios vivir 
por si fueran reformados del pecado!

El que esto lo pensara,
estudiaría este Evangelio,
y no permitiría pecados,
o él no haría nada mal hecho.

Haría frente a lo malo,
enseñando al buen ejemplo.

***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C3 

domingo, 10 de agosto de 2025

Si no viviste Prójimo, no puedes venir Aquí

En Sueño Profético decían:

Para hablar de la lumbre, tienes que acercarte. Para hablar del agua, tienes que mojarte. Y para entender el Lenguaje de Dios, tienes que amarle.

Si lo entiendes y Lo amas, no puedes hacer lo que haces. No puedes vivir lejos de aquello que Dios te manda, y tú seguir andando, dando la espalda.

No puedes seguir a Dios y no darle la mano al que al suelo cayó, porque tu caída puede ser mayor el día que creas: “ya no necesito nada aquí en la tierra, ya tengo de todo, la suerte me da lo que yo no gasto”.

Dijo uno:

Es caída mayor, tener y creer que a nadie necesitas. Es caída mayor porque la caridad de ti la retiran y empiezan a numerar la vida que antes hacías, y vives la soledad.

Desperté, oí:

Vives la soledad de no sentir:
“yo hice esto en el Prójimo”.

Vives un interior
sin fuerzas para pedir
por la enfermedad de tu cuerpo.

Que esto te presenta desesperación,
trayéndote a tu memoria:

“Nunca me ocupé
de las Palabras de Dios.

En lo que yo me hacía dueño,
no daba participación.

Y ahora tengo que dejarlo,
y si con la vista pudiera,
todo lo convertiría en fango”.

Que esta agonía la tiene
el que no amó a Dios.

No levantó al caído
y al Prójimo no acudió.

¡Qué diferencia de agonía: 
vivir Prójimo porque está Dios!

Vive tu vida pensando que,
todo lo que ahí tienes,
tiene que quedar ahí.

Y si no viviste Prójimo,
no puedes venir Aquí.

***

Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C6 

jueves, 7 de agosto de 2025

Todas estas Palabras llevan Amor, Perdón y Esperanza

En Sueño Profético decían:

Dios acompaña a los que van pidiendo que el nombre de Dios suba por encima de la montaña, pase los mares y sean cundidos estos Mensajes. Sean cundidos, poniendo el nombre de Dios delante.

Dijo uno:

Cada día que de Esto no sale nada en público, más se juntan las miradas cuando pasa el Instrumento. Unas, por querer saber. Y otras, por Amor al Cielo.

Hoy han visto muchas actuaciones del que tiene Dios dando ejemplo de Amor a Él, de Paz y de abrazar los sufrimientos.

Hoy no hay quien pueda presentar esta abundancia de Palabras dichas en la Gloria y con el Mando de que sean dichas sin miedo, por ser Dios su Divino Pregonero. Pregón de Dios, que si tienes Amor, este Amor te quita el sueño.

Desperté, oí:

De estas Palabras, dichas en canción, como su ritmo lleve Amor, tienen que decir: “Señor, que se oigan en todo el mundo”.

Todas estas Palabras llevan Amor, Perdón y Esperanza.

Todas estas Palabras hacen que la duda se le vaya al que quiera creer y lo atormenten las dudas satánicas.

Decían en la Gloria, que poniendo Amor, ya todo sobraba.

Que este Dios de las Palabras, hacía Imagen, te daba Vida y ya nada te hacía falta.

¡Qué pena tiene que ser abandonar el Lugar y luego morir sin él!

Esto ya es trueno en tormenta, que si viste relámpago, el trueno suena.

Pues aquí han visto de todo para poder justificar que Dios arroba su espíritu y le da Palabras para que queden escritas como éstas.

Todos los pasos que el Elegido da, antes ya han sido dichos a ella.

Unas veces en el Sueño. Otras, despierta. Pero sin voz y sin letras.

Es un sentir en el cuerpo, sin que participe ni la vista ni el oído, y sin ver hechos.

Al Poder que lleva al cuerpo, puedes llamarle vida con contrato, sin saber en la fecha que cumple.

***

Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C3 

domingo, 3 de agosto de 2025

Creer en Dios no es amar a Dios

En Sueño Profético decían:

Creer en Dios no es amar a Dios. Amarlo es seguirlo, y creer en Dios es perseguirlo. El Amor a Dios lo nota el Prójimo, porque este Amor ama en silencio y va rogando a Dios en cada hecho. En cada hecho pone a Dios y así va Amor en su hecho.

Amor a Dios es perseguir al malo para hacerlo bueno. Amar a Dios es sufrir con el que tiene sufrimiento. Amar a Dios es creer lo que Él dijo y está diciendo, y querer que muchos amen, porque sabes que si está amando ya tiene que ser hombre bueno.

Dijo uno:

Hay quien cree que para ser hombre bueno no necesitas amar a Dios. Pues este es el fracaso del hombre. Si el hombre amara a Dios ese Mundo no sería un valle de lágrimas, nada más que para la enfermedad de la carne o para el dolor de la misma, porque al amar a Dios te hace vivir un Mundo de Paz y de Gloria, y te hace pensar: “Esto es lo seguro, lo que no es pecado, lo que Dios dijo”. En cambio, el que cree es íntimo amigo del que está pecando, que es el que está falto del Amor Divino.

Desperté, oí:

Si el hombre enseñara el Amor a Dios se acabarían las guerras de momento, porque el Amor a Dios llora antes de que el tiro suene.

Si el hombre amara a Dios respetaba la familia, porque Dios la quiere unida.

Si el hombre cree en Dios, lo poco que haga será por miedo, pero sin Amor.

Y reformará sus Palabras por ser las suyas mejores.

Y hará de ese Mundo de carne un Infierno, con el niño y el mayor.

Todo esto está pasando por la falta de este Amor.

No digas nunca “yo creo”, porque te falta el Amor.

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Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

viernes, 1 de agosto de 2025

Dios da el cien por uno

En Sueño Profético decían:

Dios da el cien por uno, cuando ve cómo has dado el uno sin pedirle el cien. Pero sí es seguro que Él está viendo cómo das el uno.

Dijo uno:

Cierto, que si tú das el uno, Dios te da el cien. Que hay veces, que llega sin moneda, pero en un valor que desvaloriza al cien en monedas. Este valor puede ser que, sin tú decir palabras, todos los hombres lo vean.

No hay inversión mayor que por Dios des las monedas. Que son las de más valor, aunque monedas no veas. La Paz, donde la dejes, ya estás dejando monedas. La Caridad tiene un precio, que te anula las monedas, si tu Caridad es de la Caridad que Dios quiere que tú tengas: consolar al afligido, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo e ir achicando grandes sufrimientos.

El que tenga estas monedas, Dios le da el cien por uno.

Desperté, oí:

Dios da el cien por uno
en monedas o en valores
que superan a las monedas.

Si te quita algún defecto
que de la Gloria te aparte,
ya te dio el cien por uno,
pero un cien mayor.

Todos los defectos grandes
los alimenta el diablo,
que son: la soberbia, la ira 
y la desobediencia a su Mando.

Dios da el cien por uno,
siempre que tú el uno
lo hayas dado creyendo:
“Dios me está viendo,
con esto, ya estoy cobrando”.

Es difícil dar el uno,
y darlo por Amor
sólo a su Mando.

***

Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C7