En Sueño Profético hablaban de Hechos de Dios Hombre
perdidos y hoy dictados en su Reino.
Dijo uno:
Un día íbamos atravesando un pequeño pueblo y salieron dos
hombres al camino porque tenían grandes deseos de oír al Maestro. Les sacó de
una duda que otros tenían y ellos les hacían la contra. Ésta fue la pregunta y
la respuesta:
–¿Maestro, si cuando
Tú ya no vivas de Hombre, como ahora Te estamos viendo, el que no ha creído que
eres Dios, cuando muera estará Contigo?
Ya contestó el Maestro:
–Sigue dando la misma respuesta que diste, porque fui Yo el que la puso
en tu boca.
–El que con Cuerpo no Me
sigue, no lo conocen en mi Gloria, porque ya lo vieron, viviendo, dándome
desprecio.
–Yo he bajado para enseñar cómo hay que
amarse. El que Me cree y a mi Padre ama, no puede vivir tranquilo si no Me
sigue, porque en cada momento ve una Enseñanza.
Desperté, oí:
Estos hombres, a la pregunta que les hicieron, contestó el
Amor que llevaban dentro.
Los que preguntan no aman, pero tienen miedo por si fuera
Dios Hombre al que llamaban Maestro.
Ellos contestaron con fuerza las palabras –y a los otros se
les cambió el gesto de su cara–, diciendo:
–Si ahora que Lo
estáis viendo con la Mirada de Dios Único, curando la carne y ofreciendo su
Reino, no Lo buscáis, justo es que luego no os conozca cuando su tiempo se cumpla
y suba a su Cielo.
Después de decir estas palabras quedaron con deseos de que
las supiera el Maestro.
Ya el Maestro las sabía, porque Él habló en sus cuerpos.
***
Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C5
Que alegría con Paz se sentirían los dos hombres en aquel camino al ver que era Dios mismo el que les puso las Palabras en la boca.!
ResponderEliminarPerder a Dios teniéndolo delante!
Sus Palabras aquí dictadas también separarán el trigo de la cizaña.