En Sueño Profético
repetían Palabras que Jesús dijo a los Discípulos y los Discípulos las iban
cundiendo con el nombre del Maestro:
“Pensad,
que se ayudan más los que no quisieran que Yo existiera, que los que dicen que
Me aman y no cumplen mis Palabras”.
“Los
que no quisieran que Yo estuviera con Cuerpo, tienen abiertas las puertas del
Infierno”.
“Los
que dicen que creen en mi Padre y a Mí no Me tienen por Dios del Cielo,
perderán la Gloria, porque estas puertas no se abren sin el “Sí” de mi Padre en
Mí, que es un mismo Dios, cuando Yo vaya al Padre”.
“El
camello pudiera entrar por el ojo de una aguja antes que el rico en mi Reino,
si muere siendo rico y sabiendo que hay hambrientos”.
“El
que mi Enseñanza no practique, ¿cómo su espíritu va a volver luego al Cielo?”.
“El
que vaya a juzgar, que se juzgue él primero. Si él no se juzga, verá en otro
sus grandes defectos”.
“Haced
el bien por mi Padre que vive en Mí, antes que por el que el bien reciba”.
Desperté, oí:
Eran Palabras cortas las
que el Maestro decía, pero luego, en ti, eran interminables.
Decía, que el que no Lo
quería sabía que iba al Infierno, pero obedecía a Satanás.
(El que decía que Lo
amaba y no cumplía sus Palabras, y ya despreciaba su Gloria)
Por eso decía que se
ayudaban más los que a Él no Lo querían que los que decían que a Él amaban.
Si amabas, no tenías vida
si no oías y practicabas sus Palabras.
Cierto, que si los que se
dicen buenos ayudaran a lo bueno como los malos a lo malo, que su nombre es
pecado –nombre puesto por Dios–, pocos, muy pocos, no entrarían en la Gloria
cuando dejaran el traje de la carne en la Tierra.
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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C6
Un Mensaje lleno de oportunidades para ganar la batalla al mal.
ResponderEliminarAyudar a lo bueno es ayudar a las obras de Dios y las que son de su Agrado. Ponerse en contra de esto es ir bajando de sitio y acabar en batacazo.