En Sueño Profético
se vio una casa grande, que las puertas te decían los siglos que estaban
hechas, por la altura y la pesadez que tenían estas puertas.
Ya dijo uno que Dios le
da Mando para la Enseñanza:
Aquí, en esta casa, vino
Dios Hombre varias veces a dar Enseñanza a los Discípulos. Al que lo sabía y
acudía no le negaban la entrada. El que quería aprender, acudía. Y el que
aprendía, no callaba. Que aprendía más y callaba menos el que más amaba. Al que
menos amaba, le molestaba oír al que mucho amaba.
Estas Palabras aquí
dictadas fueron dichas en aquel tiempo que Jesús vivió de Hombre:
“No penséis mal de mi Mando o del que hace mi Mando, que ni Yo prefiero,
ni él lo hace con protestas. Él busca el Mando, y Yo, si no lo mando, ya no soy
Dios. Yo mando en otros que no son mis Discípulos, pero aquel Mando es de
Poder, no de Amor”.
Desperté, oí:
Pide a Dios con ganas que
si dudas, este Mensaje, te quite las dudas.
¡Cómo te dictan en Gloria
Palabras que dijo Dios Hombre!
Que siendo las mismas del
Evangelio, ves que no son copia.
Cuando Él hablaba,
aprendía más el que amaba. Al que le faltaba Amor, formaba discordia. A éstos
no les mandaba el Amor, les mandaba el Poder.
Es grande la diferencia
que Dios te diga: “ve en mi Nombre”,
o, “tienes que hacer esto por fuerza”.
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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C6
Es impensable como pudieron los hombres pisar los caminos de Israel en aquellos tiempos y seguir camino contrario al Señor.
ResponderEliminarQue siendo Dios, y los hechos y Palabras lo dijeron, cómo seguir la vida sin estar con El Maestro.