En Sueño Profético hablaban de la sabiduría del hombre.
Dijo
uno:
Saber
mucho ahí en la Tierra es un gran peligro para el espíritu. Ese saber material
idiotiza al espíritu, mayoría de veces anulando la Sabiduría que podría
aprender este espíritu, que esto sí es Sabiduría.
Sabiduría
es saber que tuyo no es nada, y que el Dueño de tu todo es Dios.
Sabiduría
es estar siempre preparado, para cuando te llame Dios, dar la contestación sin
miedo.
Sabiduría
es aprender en la Tierra, lo primero, qué es lo que hay en este Mundo, y
prepararte para que no seas juzgado.
Sabiduría es pensar:
¡Con todo lo que yo sé,
ante Dios yo no sé nada!,
sé un saber manejado,
hasta
que me quiera dejar.
No sé sujetar la materia,
ni parar el vendaval,
y siendo un gran cirujano,
dejo a mi hijo enterrar
sin haber tenido remedio.
Yo lo quería operar,
y
se fue y me dejó el cuerpo.
Esto es Sabiduría,
pensar y reconocerlo,
que si el talento lo pones
después de lo de este Reino,
tú serás un hombre Sabio
y seguirás aprendiendo
cuando te hablen de Dios,
aunque
sea un pordiosero.
Porque Dios cogió a humildes,
para ver mayor talento.
También cogió a letrados
y a gente que tenían dinero,
pero el que más le servía
era el que decía: ¡Maestro!;
el que Lo tenía por Dios
en
la Tierra y en el Cielo.
Desperté, oí:
Son palabras de talento,
las
de este cirujano.
Así quiere Dios que hable
todo
ser por Él amado.
Que el saber que ahí aprenda
no sea para retirarlo
de este Saber de Dios,
que
Dios Saber va enseñando.
La sabiduría del hombre,
es después de la Divina,
porque la Divina es
la
que lo deja que viva.
Es Sabiduría Grande,
la Sabiduría de Dios,
por no haber Sabiduría
que
la mande otro Dios.
***
Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - C4
Buena instrucción para llegar al final de este mundo sin lastre en el alma.
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