Las Cosas de Dios son derechas, aunque las veas torcidas

En Sueño Profético decían:

Si comparas las Cosas de Dios con las cosas de la Tierra, no pidas a Dios perdón, que su Perdón no te llega, porque siempre estarás viviendo la contra de lo que Él quiera. Y si alguna vez cumples el Mando que ahí diera Dios, si lo cumples sin Amor es comida que no te gusta y la tragas a la fuerza. Pues así no quiere Dios que el hombre ahí Lo quiera.

Las Cosas de Dios son Fe y Confianza en el que diga: “Dios a mí me enseña y yo digo sus Palabras cuando vuelvo a la materia”. Que él no vuelve, que lo llevan con el Mando de Dios Vivo, y esto es lo que el hombre no acepta.

Dijo uno:

Si el hombre que cree que Dios está Vivo tuviera alguna señal en su cara, formarían grupos de gente con los pocos que se verían.

Esta es la lucha del hombre desde antes de bajar Dios a la Tierra: Vitorear a Dios muerto y cuando estuviera Vivo darle condena. No es Amarlo: no Buscarlo sabiendo que Vivo Lo encuentras.

Desperté, oí:

Del que no busca al que Dios trae a su Gloria cuando aún vive con cuerpo, cómo va a oír Dios su petición, cuando vea que los hombres ahí no le dan arreglo.

El hombre no busca a Dios para cumplir sus Palabras y ofrecerse en lo que puede que a otro le haga falta.

Todo lo que va del hombre, el hombre nunca rechaza.

Él lo cumple y a otro enseña.

En cambio, lo que Dios dice le molesta y no lo cumple.

Es falta de Fe y de Confianza dudar que Dios no es como el Elegido dice.

Observa la vida de él, y el sufrir te lo firmará.

Porque las Cosas de Dios son derechas, aunque las veas torcidas.

Tú entrégate a Él, y Él siempre será tu Guía.

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Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C5