En Sueño Profético decían:
“Si aquí no actuara Dios, ¿quién podría llevar esta vida de sufrimiento escondido, por no poderlo decir, por ser sufrimiento mío”?
Este es el pensar del Elegido.
Dijo uno:
Es difícil llevar carga y ayudar a otro que veas que no puede llevarla, siendo la tuya mayor, de más peso y de más altura, si no fuera porque en ti siempre hubo Presencia de Dios, que aquí lo ve el que quiera. Pero tienes que amar sin miedo y sin pereza.
Hay quien dice que ama a Dios y se esconde la ayuda que dar puede, bien en palabras o en monedas. Esto no es creer y amar.
Todo es no pensar en la vida lo corta que es. Y en Dios, lo bueno que es, que siendo el Dueño de todo, no castiga al cuerpo y lo deja que viva despreciando sus Palabras y guardando dinero que pertenece al hambriento. Porque de Dios, cuando vivió de Hombre, todos oyeron estas Palabras:
“Dad de comer al hambriento y vestid al desnudo. Levantad al caído y pensad que donde dos hablen de Mí, Yo allí estaré”.
“El Perdón tiene que ser para el que lo pida, bien con lágrimas o con su mirada en el Cielo. El que así lo pida, va enseñando y entrando en mi Reino”.
Desperté, oí:
Son pocos los que sufren y van quitando sufrimiento.
Son pocos los que sufren y buscan para quitar sufrir donde a Dios puedan ofender.
Dios te manda a sitios que a Él aman, ven su Poder y dicen: ¡Milagro es!
Este Poder se ve de muchas maneras: en el cuerpo del enfermo y en los ingresos que tengas.
Que a veces estos ingresos no sabes como han llegado, pero Dios los pone en tus manos.
Todo es decir: “Señor, ¿dime qué hago para estar siempre contigo, aunque sufrir tenga yo?”.
Si sufrir no tuviera, no podría acudir donde lo hubiera.
Que este sufrir Dios te lo premia.
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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C1
Qué bonito el mensaje y que preciosa la Oración!
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