El Amor da la Confianza y la Fe

En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios. Decían:

Gran Amor le da Dios al hombre.

Gran Amor que no pide para Él,

que lo que pide es para el hombre.

Gran Amor, que por ser Grande,

lo desprecia el hombre.

Que este Gran Amor,

Dios lo pone en el Permitir

y ya ves más Grande el Amor.

Dijo uno:

Este Amor, por muy Grande que lo veas, es aún más Grande. Que esto, el que sabe tasarlo, es aquel que mucho ama y su respuesta es hacer lo que Dios manda, y no sólo hacerlo él, si no hacer que muchos digan: “Yo quiero hacer y Amar hasta que mi cuerpo viva como el que más Ame a Dios. Si me falta este Amor, me noto sin vida, porque a la vida, sin sentir ni servir a Dios, hay que quitarle el nombre de vida”.

Desperté, oí:

Ama a Dios antes de pedirle, y ya, en tu petición, Dios hace que crezca el Amor.

El Amor da la Confianza y la Fe, y hace que cambie la persona.

El que Dios elige, ya a Dios amaba. Pero el Elegido no sabía que iba a ser Elegido y a Dios buscaba.

Lo buscaba porque Amor sentía cuando le llegó sufrir, sufrir al que en la Tierra remedio no daban.

El Elegido buscaba a Dios para que le hiciera el milagro. Y si no era concedido, ocultaba su sufrir para que el que no amara a Dios, no Lo culpara.

Decían en la Gloria, que si has amado y no has sufrido, no puedes Enseñar.

Esta Enseñanza extraña al que dice que Ama, pero no Ama, porque el Amor a Dios te aclara las Palabras.

El Amor a Dios decían que había que compararlo con el niño que tienes en tus brazos.

Que tú lo abrazas sin pensar en el día de mañana.

El Amor hace la cuna, que son los brazos.

Pues ama a Dios más que al niño, y ya este Amor siempre estará contigo en la alegría y en el dolor.

En la alegría de hacer todo lo que Dios diga.

Y en el sufrimiento que Dios permite que llegue al cuerpo.

Estando lleno de Dios, le puedes al sufrimiento y le ayudas al que el sufrir le llegó.

Y en esta ayuda, acercas a Dios.

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Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C4