En Sueño Profético decían:
Habiendo Amor a Dios, se siente Esto mejor.
Habiendo Amor a Dios, ves que Esto es Palabra de Dios.
Habiendo Amor a Dios, este Amor te exige que sigas los pasos del que elige Dios.
Habiendo Amor a Dios, no dudas nada que venga de Dios.
Dijo uno:
Sin Amor a Dios, no puede haber intimidad con el que
manda Dios que hable de su Gloria y que escriba al dictado lo que en el arrobo
al espíritu le han mandado.
Sin Amor a Dios y teniendo trato con el Elegido, estás
en peligro de ser condenado.
El Amor a Dios, ya sirve de guardia, para que jamás
reformes Palabras.
Al que Dios le manda, si crees en estos Escritos, te
asusta el ponerle faltas en algo que tú creas que no está bien dicha la palabra
o en la acción que haga.
Desperté, oí:
Ponían en la Gloria el Amor a Dios como personaje que
sabe donde actúa Dios.
Este Amor retira a los espíritus malos que se
enfrentan con las Palabras que el Elegido pone en su boca, que del Cielo bajan.
Si en este espíritu no actuara Dios, unas cosas las
haría bien y otras un poco peor.
Y sería peligroso cuando vieran que tenía actuaciones
que no eran verdaderas.
Cuando Dios coge un Lugar para mandarlo con sus
Palabras, diciendo “di que Yo te mando”,
el que quiera reformarle Palabras, debe pensarlo.
Porque la reforma no es a él, es al que le da el
Mando, que es Dios.
Al que Dios todos los días lo trae Aquí, dice mal el
quererlo corregir.
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C7
Miedo da el pensar, quien será capaz de enmendar la plana al que Elge Dios.
ResponderEliminarSi es Dios quien la guía, no puede haber equivoco en sus hechos y Palabras.