En
Sueño Profético decían:
Las
cosas de Dios no las entiende la sabiduría, las entiende el Amor.
Las
cosas de Dios tienes que cogerlas como madre cuando coge al niño en sus brazos,
que sabe, cuando llora, si el llanto es de sueño o es que le duele algo.
Pues
todavía se entiende mejor lo que Dios quiere de ti.
Si tú,
gran Amor le tienes, es que sientes en ti algo que te dice lo que quiere. Esto,
como es sin palabras, si no hay Amor, no lo entiendes.
Dijo
uno:
Por
eso le es difícil explicar, al que Dios lo coge para que diga todo lo que ve,
lo que oye y lo que Dios le dice para el hombre.
Es
difícil que den el sí si no sienten este Amor.
El
hombre pone razones y a Dios le sobran razones donde hay Amor.
Dios
sabe el que Lo quiere servir.
Dios
sabe el que sin Amor habla, aunque su Nombre le oigan, pero por dentro no ama.
El
hombre no puede amar y no buscar. No puede amar y despreciar.
El
Amor es valiente cuando de verdad se siente.
El
Amor de Dios te hace que veas todo sin valor, todo lo que se queda en la Tierra
y Aquí se desprecia.
Desperté,
oí:
Decían
en la Gloria, que sin Amor a Dios no entendías lo que te pedía Dios.
Que el
Amor no necesitaba palabras.
Comparaban
a la madre cuando coge al niño en sus brazos, que si ve llanto, ya sabe si es
por sueño o porque está malo.
Y es
que el Amor de Dios enseña sin palabras. Las palabras ya las pone el Amor.
Este
Caso hoy, que todos pueden comprobar si es de Cielo o de Tierra, si no sintiera
este Amor, no tendría quien lo siguiera.
Pero
la Fuerza de Dios hace que el Amor crezca.
Y Su
mirada va dejando Palabras en la Tierra.
Que
estas Palabras van al que desmentir quisiera.
Por
eso no tiene disculpa, ni el seglar ni el que a Dios representa.
La
disculpa podría pasar a las Palabras, pero no a lo que se presenta en Letras.
Cuando
Dios manda que escriban lo que hace con su Presencia, es para que el hombre vea
que no es nada de la Tierra.
***
Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C3
Cuando se leen Mensajes como este,es cuando más te das cuenta de lo poco que hacemos por Dios y por Su Reino.
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