Si hacéis mi mando, verán que sois míos

En Sueño Profético decían que Dios tu petición concedía.

Sigue el Mando de Dios en un espíritu de su Gloria:

Esta petición del Elegido es para repartir el bien que manda Dios para que todos pidan con Amor lo que quieren y en la Tierra no pueden conseguir.

Todo lo imposible de la Tierra, para Dios es más sencillo que ahí aprender las primeras letras, la "a, e, i, o, u". Pues más fácil que esto es para Dios hacer con lo que le piden un milagro.

Estas Palabras, que están en los Libros con Mando de Gloria, deberían estar ya en academias y colegios para que los espíritus tuvieran Enseñanza, lo mismo que la tienen los cuerpos.

El pensar esto te da pena y sin querer te hace que te llegue este otro pensar: ¡Si Esto no son Apariciones como otras muchas de las que se han hablado! ¡Esto es Enseñanza para el espíritu, para que domine al cuerpo mientras que éste viva! Porque como Dios deja Libertad y da su Permitir hasta que muere el cuerpo, los espíritus satánicos también están en cuerpos, y por lo tanto los espíritus que son de Dios tienen que estar enseñados.

A estos espíritus satánicos los conoce más el que su Amor es todo para Dios, y aunque le pongan un pensar de grandeza, pronto se da cuenta de que es un engaño para retirarlo de Dios.

Pues con estos Libros que dictan en la Gloria, aprendes a saber lo que es de Dios o de Satanás.

Los Ministros de Dios darían gran Enseñanza si hablaran de Dios Hijo que es al que representan.

Desperté, oí:

Si piensas en las Palabras que en este arrobo decían, verás que el escuchar estos Mensajes es lo que hace querer aprender cómo no perder el Camino de Dios para entrar en la Gloria.

La oración del Elegido es pidiendo Paz y alegrías.

La publicidad que no falte.

Porque Aquí no dejan de nombrar Libros y canciones de los Mensajes y firmas para a la obra premiarle.

Que el premio son estas Palabras que Dios dijo y sigue diciendo:

“Si hacéis mi mando, verán que sois míos”.

Pues aquí se ve con los ojos del cuerpo y con los ojos del espíritu.

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Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C2