En Sueño Profético decían:
Más sabían de Dios Hombre los
humildes, que los poderosos. Los poderosos creían tenerlo todo. Los humildes
buscaban lo que no encontraban en el hombre, que era Amor, comprensión y
Perdón.
Dijo uno:
Un día frío, y feo por el color
del día, íbamos con el Maestro, y tres hombres se nos cruzaron, y todos oímos:
–Si no molestamos, ¿podemos ir
detrás, aunque siempre quedemos en la calle y retirados para no poder oír lo
que se hable?
Quedó el Maestro parado, y el
silencio acudió más rápido que el relámpago, porque lo que todos queríamos era
oír, para aprender, para cuando fuéramos solos. Éstas fueron sus Palabras:
–Yo
voy buscando para que el quiera seguirme oiga las Palabras de mi Padre en Mí,
por ser el mismo Dios para quitar de pecar y para perdonar al que quiera mi
Perdón.
–Si Yo voy buscando y vosotros habéis venido antes de Yo llegar, ya
nadie os quitará el sitio aquí en la Tierra, ni en la Gloria, donde mi Padre
espera al espíritu, y a Mí con Cuerpo, como hoy Me estáis viendo.
–Seguidme como mis Discípulos en este momento. Y cuando termine el día,
ya el mando será vuestro.
Desperté, oí:
“El mando será vuestro”, quería
decir que en aquel momento Él les mandaba que Lo siguieran. Después ya mandaría
el querer de ellos.
Estos hombres tenían trabajo,
poco dinero y poco tiempo, pero querían ir un día detrás del Maestro.
De acuerdo los tres se pusieron,
y el acuerdo les sirvió para que el trabajo les cundiera, el dinero les
aumentara y tiempo ya les sobrara.
Con esta Amistad de Dios, ya nada
les hacía falta.
Es mejor querer a Dios y no tener
nada, que tener de todo y creer que Dios no te hace falta.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV- C4
Gracias a Dios 🙏 que no tiene preferencias ni se deja administrar por los que se creen más sabios en la tierra
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