La Obediencia es Mando de Dios

En Sueño Profético decían:

Dijo Jesús en uno de sus sermones:

“Me sirve más el que Me obedece, aunque no Me ame, que el que Me ama y no Me obedece. El que Me obedece, quiere amarme, y Yo lo quiero. El que Me quiere y no Me obedece, puede acabar no queriéndome y Yo no mandándole”.

Todos quedamos en un grande silencio, sin atrevernos a preguntarle, por estar oyéndolo distintos hombres y distinto sexo, por si la respuesta era dura. Y poniendo todos la cabeza mirando al suelo, otra Enseñanza se oyó de aquel Hombre, que antes era Dios y después se hace Hombre sin que se quitara el Dios:

“Si todos Me quieren y ninguno Me obedece, no aprenden mi Enseñanza los que pudieran quererme cuando aprendieran del que Me quiere, y harán pecados por verlos hacer al que dice que Me quiere. La obediencia a mis Palabras dará testimonio de que estáis conmigo. La obediencia a mi Mando irá derrotando al falso, al fariseo, y echando atrás el pecado, porque mi Mando es mi Padre en Mí, que a su Nombre huyen las tinieblas”.       

Desperté, oí:

De cada Palabra de este Dictado

hay para hacer un sermón.

¡Cómo te hace comprender

que la Obediencia es Mando de Dios!

Que si quieres y no obedeces,

puede no mandarte Dios.

Y si obedeces sin que quieras,

ya vas buscando el Amor.

Porque la prueba mayor

de que hagas su mandar

es nunca decirle no.

Y para que Él te mande,

que oiga “sí”, sin oír “no”.

Que antes de oír el sí,

ya sabe que dices no.

Si obedeces y sigues,

ya estás pidiendo su Mando.

Si amas y no obedeces,

de Él te vas retirando.

Porque Amor sin Obediencia,

puede buscarte el pecado.

*** 

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C1