En Sueño Profético
decían:
La tristeza, la avaricia
y la soberbia son malas consejeras.
La tristeza te aparta de
la Confianza en Dios.
La avaricia siempre te
pondrá algo, en tu pensamiento o en tu vista, que te inquiete y te haga vivir
una vida de alboroto, deseando lo que menos sirva para la Paz de tu espíritu.
Ya, la soberbia deja al
descubierto a espíritus que no son de Dios, que estos mismos espíritus son los
que te ponen tristeza y avaricia. Aquí en estas dos actuaciones están con el
disfraz del engaño.
Dijo uno:
El hombre pone la
tristeza en el sufrimiento, y ya es enfermedad, porque te aparta de la vida y
te pone en contra de Dios.
La avaricia no te deja ir
al Prójimo, porque siempre necesitarás lo que no te haga falta.
Desperté, oí:
Tristeza, avaricia y
soberbia no te acercan a Dios.
De la tristeza pueden
salir brotes peligrosos.
Jesús dijo a sus
Discípulos: “Cambiad la tristeza por la Confianza
y pensad que Yo Me quedo con vosotros y con todo el que quiera mi Presencia en
Espíritu”.
“Entristeceos
cuando mi Mando no sea cumplido”.
“Devolved
el bien por el mal”.
“Y
no desead lo que os pueda robar la Paz del espíritu”.
“Pedid
a mi Padre lo que necesitéis cada día y buscadme a Mí en el Prójimo”.
Esto dijo Jesús a los
Discípulos antes de que su Cuerpo lo clavaran lo hipócritas, los incrédulos y
los fariseos.
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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C6
La tristeza es de difícil digestión porque no nos paramos a reflexionar de dónde viene ese mal y nos olvidamos de Dios
ResponderEliminarEl Mensaje nos aclara con la Palabra de Dios que si tenemos confianza en Él,la tristeza se acabó.
La tristeza no es de Dios porque teniéndolo a Él tenemos la Alegría mayor.