En Sueño Profético
hablaban del Espíritu Santo, que es Dios en Poder. Decían:
Si no hay grande Amor a
Dios, este espíritu no comprende lo que es Dios. Y si no comprende, no acepta.
Habiendo Amor, sobra el querer comprender cuando no comprendas.
Dios no puede mandar su
Espíritu donde no está la Paz en la alegría y en el llanto.
Hay alegrías sin Paz y
llantos pidiendo cuentas. El Espíritu de Dios, aquí no hace Presencia. El
Espíritu Santo, Dios lo anunció por los Profetas antes de hacerse Hombre. El
Espíritu comunica a la Tierra, y cuando Dios Hombre vuelve al Cielo con Cuerpo,
deja dicho: “Y vendrá mi Espíritu”.
No dijo ni edad ni sexo. Queda comprendido, que como Único Dios Creador de lo
visible e invisible, puede actuar donde quiera y a manera que quiera, como
Único Dios con un Reino sin fin.
Desperté, oí:
Puede pecar, creyendo que
no peca, el que dude de las Palabras de Dios.
Cuando Dios vuelve al
Padre deja dicho en la Tierra: “Y vendrá
mi Espíritu. Amaos como Yo os Amo”.
Si tú amas como Él amó,
con compasión al caído, levantándolo, sin pedir cuentas, ya Le sirves, y qué
duda puede haber de que mande su Espíritu, que es su Poder.
Si estudias este Mensaje,
te da miedo dudar de lo que Dios hace.
Si amas, nadie como tú lo
sabe, porque este Amor te da esta renta:
“Creer con alegría todo
lo que de Dios venga”.
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Libro 23 - Hechos de Jeús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C5
La Alegría del espíritu es síntoma de entrega a Dios.
ResponderEliminarUn espíritu enfermo sólo piensa en la discordia, el enfado,y al final la división. Que camino más tenebroso el que retira de Dios.