jueves, 21 de enero de 2021

Vivir sin amar a Dios, no es vivir

En este Sueño Profético decían:

Vivir sin amar a Dios, no es vivir. Esto es fachada con ventanas, pero sin viviendas; convento sin monjas; escalera sin peldaños; niños sin infancia y sin tener un mayor que les acaricie.

Vivir sin amar a Dios es cuerpo de carne, pero sin espíritu; espíritu que vive agradando a Luzbel, porque el espíritu tiene que estar con Dios o con Luzbel. El espíritu no puede estar solo. Dios te enseña a que Lo ames y te deja en Libertad. Luzbel te sigue, te ofrece el mal haciéndote ver que es el bien y te obliga a que lo sigas. El que ama a Dios sabe cuando el ofrecimiento es en contra de Dios. El que no ama tiene vacío, vacío sin Paz, vacío que intenta quitarle la Paz al que esté lleno de Dios. El que está lleno, a todo dice “amén”. El llenar de Dios te hace que no estés contento como no estés en su Recinto, Recinto que si tú entras Él no te deja y más te entra.

Desperté, oí:

Si te olvidas de Dios, piensa que tu materia vive por permitirla Él.

Él permite que viva tu materia, pero no te obliga a que a cambio le des tu espíritu.

Dios te permite que Lo ofendas, pero no te obliga a que Le pidas perdón.  

Dios podría hacer que no Lo ofendieras y también podría no perdonarte.   

Dios es Dios, te deja que Lo ofendas y si tú quieres Él te perdona.

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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - C7

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