En Sueño Profético decían:
¡Qué pocos van a decir, cuando ya
dejen el cuerpo: “Señor, acudí a tu permitir para achicar el sufrimiento del
que tenía el sufrir”! Que ya hay muchos que han dejado su cuerpo enterrado ahí.
Dijo uno:
¡Dios, Camino de los hombres! Que
el hombre cuando ve Pasos de Dios se retira o se esconde.
¡Dios, Camino sin pecado! Que
antes de que lo pases, tienes que haberlo dejado.
El Elegido es camino, porque de
Dios lleva el Mando. Por eso lo pasan pocos y ya pierden su contacto. Y en vez
de quitar sufrir, ayudan a convertir el sufrir en un monte de calvario. No
llevan cruz ni martillo, pero le clavan los clavos.
¡Dios, que el hombre no te sigue
porque no quiere calvario! Que calvario es tu Camino, si tu Amor no les ha
llegado. Al que le llega el pensar las Palabras que Tú dijiste, al empezarlo,
ve su sufrimiento chico y acude para ayudar al que su cruz más le pese.
Desperté, oí:
No hay Gloria mayor a Dios,
que ayudes al sufrimiento
si el sufrimiento es
por el Camino de Dios.
Si no es por su Camino,
pones el sufrir mayor.
Y si no ayudas a subirlo,
tú no amas a Dios.
Repetían en Gloria,
varias veces, estas Palabras:
“El hombre cuando ve Pasos de Dios,
se retira o se esconde.
¡Dios, Camino sin pecado!
Que antes de que lo pases,
tienes que haberlo dejado.
El Elegido es Camino,
porque de Dios lleva el Mando.
Por eso lo pasan pocos,
y ya pierden su contacto”.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C5
No es comprensible, ni cabe en cabeza sana que pueda nadie creer que estos Mensajes son de la tierra
ResponderEliminarHay en este mismo, una inmensa Enseñanza pero no se queda ahí, que el modo de narrarla es de una belleza literaria que te deja sin palabras.